

Foto: Reporter
Durante la detención de la banda en Belice hubo una balacera con la Policía de ese país centroamericano.
La noticia salió en el país centroamericano de Belice hace 10 días, pero había pasado desapercibida en Ecuador. El pasado 12 de septiembre, un despacho de la agencia EFE informó que cuatro hondureños, un mexicano y un ecuatoriano fueron detenidos en Belice mientras trasladaban 1,2 toneladas de droga a bordo de una avioneta procedente desde Venezuela. El ecuatoriano es Juan Pablo L., hermano de Eduardo L., ex subdirector de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) en la época de Rafael Correa.
Juan Pablo L. y Eduardo L. eran accionistas de las empresa Sky Jet Elite Corp, una compañía de aeronaves. Tres de ellas fueron incautadas por la DEA en el 2014. Una de esas avionetas, la Gulfstream N378MB, supuestamente habría hecho varios viajes con altos funcionarios del gobierno de Correa. Esto fue revelado por la cadena de noticias Univisión. Según la investigación periodística, la aeronave salía de Fort Lauderdale con destino a Galápagos y Cuenca; y también cubría rutas a Nueva York. La cadena obtuvo los registros de 21 vuelos y en estos solo se había enlistado un pasajero. Tras la noticia, ambos hermanos rechazaron las denuncias. Ambos, junto a su tío, Fernando Larrea, que actuó como su abogado, dieron una rueda de prensa y esa fue una de sus pocas apariciones públicas. Dijeron que retención de las avionetas por la DEA se trató de un “proceso civil” y amenazaron con demandas contra los medios de comunicación.
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Eduardo L. ahora es procesado por ser el cabecilla de una red internacional de tráfico de drogas. Fue detenido en un operativo el pasado 12 de junio por estar involucrado en el camuflaje y posterior envío de la droga hacia México desde la Base Aérea de la FAE en Manta. Los agentes la consideran como la operación más grande contra el narcotráfico aéreo en Ecuador. Pero Eduardo L. apeló la prisión preventiva. Este martes, 24 de septiembre, los jueces provinciales Pedro Ortega Andrade, Juan Paredes Fernández y José Poveda Araus le negaron el recurso.
Pero su hermano también enfrenta a la justicia belicena. Según información a la que accedió Plan V, Juan Pablo L.-quien en 2014 negó enfáticamente cualquier conexión con el narcotráfico- era el piloto de la nave tipo Beechcraft King Air que fue aprehendida hace 10 días. El periodista de Univisión Gerardo Reyes, quien publicó el caso en 2014, destacó que Juan Pablo era piloto y había sido tripulante de cabina, y cuestionó que su salario le permitiera comprar una empresa con varios aviones que podían llegar a costar varios millones de dólares cada uno.
Llevaba en su interior 1.210 paquetes de cocaína. La detención ocurrió en una pista clandestina de aterrizaje en la costa de Belice. Según reportes de prensa, la Policía de ese país montó el operativo en diferentes pistas tanto legales como ilegales a la espera de que la aeronave aterrice para realizar la captura. Cuando lo hizo y apagó los motores, dos vehículos se acercaron aparentemente para descargar la droga. En ese momento actuó la Policía. “Le dispararon a los agentes y nuestros oficiales devolvieron el fuego durante el cual dos de los sospechosos que huyeron resultaron heridos en la mano. Todos fueron detenidos. Los heridos fueron trasladados de inmediato al Hospital Karl Heusner Memorial para recibir tratamiento, mientras que otros agentes permanecieron en el lugar esperando el procesamiento de la escena. El avión fue procesado, el cargamento fue descargado y totalizó cuarenta y un fardos, los cuales fueron llevados a la ciudad de Belice, donde el procesamiento real y recuento se llevará a cabo con el personal forense. El conteo arrojó mil doscientos diez paquetes. Una tercera persona había sido hallada herida entre los arbustos más tarde ese día”, contó Chester Williams, comisionado de Policía beliceña, a la prensa.
Según información a la que accedió Plan V, Juan Pablo L. era el piloto de la nave tipo Beechcraft King Air que fue aprehendida hace 10 días. Llevaba en su interior 1.210 paquetes de cocaína.
En un video, se registra la salida de los detenidos esposados y ocultándose el rostro mientras suben a un vehículo policial. El primero de ellos es Juan Pablo L. de 43 años. Para las fotografías, la Policía sentó a los detenidos junto a los paquetes de droga que estaban marcados con las palabras ‘cat’ (gato en inglés) y oro. El cargamento tendría un valor de 190 millones de dólares.
Juan Pablo L., primero desde la derecha, fue presentado a la prensa beliceña junto a los otros detenidos. Foto: Once Noticias
Fuentes reservadas informaron a Plan V que la avioneta antes de ir a Venezuela pasó por México, con unas canecas plásticas aparentemente de combustible. Aún se investiga si la aeronave salió desde Ecuador con procedencia a México. La prensa hondureña aseguró que el gran cargamento de droga tenía como destino Honduras.
Este fue el cargamento decomisado en Belice, los paquetes estaban identificados con las palabras 'cat' y 'oro'.
El portal de noticias Amandala de Belice reportó que ninguno de los detenidos estuvo representado por un abogado. Pero el tribunal que acusó a la banda de narcotráfico proporcionó un intérprete en español (el idioma oficial de ese país es el inglés, pues es una antigua colonia británica) para que los hombres pudieran entender los procedimientos de lectura de cargos. Los cuatro acusados fueron enviados a la Prisión Central de Belice hasta su próxima cita en la Corte, que se fijó para el 12 de noviembre. El avión fue asegurado y luego fue trasladado al Aeropuerto Internacional Philip Goldson. El cargamento de cocaína fue transportado al recinto policial de Raccoon Street, bajo estrictas medidas de seguridad.
La interceptación del avión de drogas con su carga y la captura de los responsables de su aterrizaje fue una gran victoria para los funcionarios beliceños, que a menudo son superados por los narcotraficantes, que generalmente dejan los aviones quemados después de haber sido descargado la carga.
Más conexiones de la banda en Ecuador
Lo último en el proceso de delincuencia organizada contra Eduardo L. fue la vinculación de dos sospechosos más al caso, el pasado 6 de septiembre. Se trata de alias ‘José’ y alias ‘El mono’, quienes eran los encargados de coordinar el transporte recepción y acopio de envío de grandes cantidades de drogas vía aérea en varios países centroamericanos. En esa audiencia, la Fiscalía dio más información sobre cómo operaba la banda, que actuaba desde Guayaquil.
En esas conversaciones que los agentes registran, ecuatorianos y mexicanos hablan de más avionetas y de empresarios amigos de Belice, Holanda y España.
Dijo que alias ‘El mono’ había arribado al país para coordinar el envío de grandes cantidades de droga en un avión Jet Bull, de matrícula mexicana, que habría realizado vuelos ejecutivos como fachada entre Manta, Salinas y Cuenca. En el celular de alias ‘José’ se encontraron llamadas con un grupo de mexicanos, que aparecen en un listado de pasajeros de esa aeronave, que fue legalizada en Ecuador, según la documentación remitida por la Dirección de Aviación Civil Regional 2 de Guayaquil a la Fiscalía. En esas conversaciones que los agentes registran, ecuatorianos y mexicanos hablan de más avionetas y de empresarios amigos de Belice, Holanda y España.
La Fiscalía contó que desde el 11 de septiembre del 2018 aparece en la investigación un ciudadano al que se le identificaba como ‘Dante’, quien sería Eduardo L. que tenía conexiones con Juana R., una exfuncionaria de la DGAC y se encargaba de “limpiar los vuelos”. Dice la Fiscalía que la tonelada de droga que fue hallada en la Base de Manta hace un año debía ser embarcada en la avioneta Jet Bull. En las interceptaciones telefónicas también se conoció que Eduardo L. ofrecía avionetas para transportar los estupefacientes.
En las investigaciones también aparece mencionado un funcionario de DGAC, de Quito, “que conocería de los regímenes de los distintos aeropuertos ya que mantiene diálogos con distintos personas para realizar el envío de 100 kilos de drogas por vía aérea a México desde un aeropuerto alterno del continente ecuatoriano, específicamente el aeropuerto el Cuyabeno”. En Ecuador no existe una terminal con ese nombre, pero según agentes podría haberse referido al aeropuerto de Tarapoa, en Sucumbíos.
En las escuchas a los miembros de la banda se conocieron movimientos del grupo hasta Cúcuta, Venezuela, y Bogotá. También se registraron reuniones en cafés de Quito. Eduardo L. fue fotografiado circulando por la Av. Portugal en compañía de uno de los miembros de la banda.
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