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24 de Julio del 2019
Investigación
Lectura: 50 minutos
24 de Julio del 2019
Redacción Plan V
La otra historia de Mirador
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Fotos: Tamya Melisa Calderón/PlanV

El primer corte de la mina asoma por el camino de acceso a Mirador. El impacto es visible. Plan V estuvo ahí para reportar sobre el primer proyecto minero estratégico, con capitales chinos, que empieza en a producir cobre, oro y plata en Zamora Chinchipe.

 

Fotos: Tamya Melisa Calderón/PlanV

El corte de la mina del proyecto Mirador. Según la empresa, se ha invertido cerca de USD 1500 millones para su puesta en marcha.

Fotos: Tamya Melisa Calderón/PlanV

A simple vista se puede observar las vetas de cobre en la roca expuesta en el corte de la mina. El mineral reacciona con el oxígeno y toma un color gris-verdoso.

La historia de proyecto Mirador tiene varios lados. En el medio están las comunidades afectadas, al parecer de manera irreversible, y los impactos ambientales, en los cuales ni el gobierno y menos la empresa china están dispuestos a profundizar. Este es un informe sobre el primer proyecto de gran minería a cielo abierto, a propósito del inicio de sus operaciones, el 18 de julio del 2019.

Como si fuéramos unos delincuentes...

"  El día que nos desalojaron (**), nosotros como gente del campo madrugamos, salimos a las 4 de la mañana y a veces a las 5 de la mañana ya estamos despiertos para hacer las cosas, llegó a las 5:30 de la mañana, llegaban, llegaban y salgo de la casa y vemos a los policías ahí y ya empiezan a venir para acá y veo que vienen algunos policías, de ahí los vecinos vimos, les decíamos vienen los policías, den la voz de alarma. Cuando una excavadora vimos que bajaba por la carretera en el ramalito [sic] que daba al pueblo. Ahí había un huertito con cebollas, con plantitas que utilizamos para la casa, todito con la excavadora botado al suelo... ahí [nos] dimos cuenta que vienen a virar las casas del nuevo San Marcos, ya de ahí vienen los policías, que “ustedes tienen que desalojarse [sic] de aquí”. “Pero cómo así, presenten algún escrito de quién los manda, quién los ordena que nos viren las casas, a nosotros nos cuestan las casas para vivir aquí, nadie nos regala”.

"Despuesito el comandante dijo: “cojan a la señora a descansar”. Entonces como estaba yo sola, yo me hice a un lado, porque ya me iban a llevar. 

"Yo estaba ahí, llegaron a las 4:30 y han llegado. Mi esposo se fue al ganado y viene y me avisa que están sacando todas las cosas, ya están desalojando como si fuéramos unos delincuentes, todo llenito de policías, y ya estaban las cosas toditas en el carro, ya estaban cogiendo los animales. De ahí nosotros dijimos que nos muestren el papel del desalojo, que por qué no nos han avisado, que ellos debían avisarnos y decir tal día den saliendo para ver cómo se hace, no llegar y sacar las cosas no más como si nosotros fuéramos unos delincuentes.

"El desalojo fue a las 4 de la mañana... yo no estaba cuando vino la hija de mi cuñada y dijo: “Vamos porque está bastante policía”. Entonces yo me fui, llegué a las 6, ya era imposible de detenerles a ellos. Yo sí me paré, le dije: “yo no le doy paso mientras ustedes no me muestren la hoja de desalojo”. Entonces pararon como media hora ahí, se miraban de uno a otro los policías, entonces yo les dije “mientras no me dan el permiso yo no les doy paso, porque él no es solo el dueño, somos siete, somos herederos, ustedes tienen que avisar a todos... y nosotros no hemos matado, no traficamos droga, para que ustedes vengan así”.


Foto: Inredh
En la fotografía una toma de los desalojos del 2015 en San Marcos de Tundayme, donde ahora se asienta el campamento y la planta de beneficio de Mirador. 

"Despuesito [sic], el comandante dijo: “cojan a la señora a descansar”. Entonces como estaba yo sola, yo me hice a un lado, porque ya me iban a llevar [detenida]. Varias personas comentan que no sólo llegó la Policía Nacional, sino también funcionarios de ARCOM que ejecutaron los procesos de servidumbre, miembros de la Comisaría, del Registro de la Propiedad y también “guardias de la empresa, sino que estaban vestidos de civil. Ellos eran los que venían a cargar la madera, ellos eran los que sacaban las cosas a la vía.”

Los 116 miembros de las 32 familias que fueron desalojadas violentamente por cuatro ocasiones en el 2015, en la parroquia Tundayme no estuvieron en la ceremonia de inauguración de la fase de operaciones del proyecto cuprífero Mirador, en el cantón El Pangui, parroquia Tundayme. El área concesionada es de casi 3000 hectáreas, pero los moradores calculan pérdidas territoriales por 5000 hectáreas.

El proyecto Mirador es el orgullo de Touling

La ceremonia simbólica de inicio de operaciones de Mirador contó con preeminencia de ejecutivos y dignatarios de la República Popular China, pero también fueron el ministro de Energía y Recursos Naturales, Carlos Pérez y el viceministro de Minas, Fernando Benalcázar. El alcalde de Tundayme, Luis Urdiales, fue una de las pocas dignidades locales que asistieron. Los demás alcaldes de Zamora, a pesar de estar invitados, resolvieron no asistir en señal de protesta, encabezados por el prefecto de la provincia, Cléver Jiménez, connotado militante del movimiento político indigenista Pachakutik y ex legislador de la República.


Cerca de 500 invitados tuvo el arranque simbólico del inicio de la producción. El edificio del fondo es la planta de beneficio.

Los periodistas de unos 40 medios nacionales y locales fueron movilizados por la empresa china a cubrir la ceremonia, que contó con unos 500 invitados. Durante el camino, los reporteros fueron trasladados por el malecón fluvial de la ciudad de Zamora, capital de la provincia, y se les dio la noticia que el malecón había costado USD 5 millones, financiado por las regalías de Ecsa y ejecutado por la entidad pública Ecuador Estratégico. Luego pasaron por distintas obras que fueron financiadas en ese mismo esquema, entre ellas la Escuela del Milenio de Tundayme, que según un vocero de la empresa, costó USD 6 millones; también el edificio Los Encuentros, una construcción moderna de tres pisos, en la parroquia Yantzaza, que costó USD 700 mil.


En primer plano, el presidente de la empresa que opera  el campo minero Fruta del Norte, que entraría en servicio en diciembre.

El campamento y la zona industrial de Mirador alojan a 2400 trabajadores, entre chinos y ecuatorianos. Los letreros están en los dos idiomas, en español y en mandarín. Cuando llegaron las delegaciones para la ceremonia pasaron por un proceso de inducción de seguridad industrial, cada persona recibió un casco de seguridad y botas o zapatos de seguridad. Sobre la enorme explanada se asentaban unas 10 carpas gigantes frente a un escenario dispuesto para acoger a todas las dignidades; gigantescas pantallas de alta definición emitían constantes mensajes y videos.


El ministro Carlos Pérez y el presidente de Ecuacorriente, ECSA, Hu Jiandong durante su visita a la centro de control de la planta de beneficio. Foto tomada en el ascensor de la planta.

Se esperaba la llegada del vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, quien había confirmado su asistencia; pero según los organizadores su seguridad le habría advertido lo riesgoso de las vías. Estuvo sí el ministro de Energía. El ministro Pérez pidió adelantar la ceremonia porque tenía otras actividades, pero cuando ya todos estaba listos para el inicio, se le ocurrió a él o al presidente de la empresa Ecsa, el señor Hu Jiandong, iniciar un recorrido por sí solos. La prensa en masa siguió a los dos principales invitados hasta la sala de control, en el quinto piso de un edificio junto a la planta de beneficio.

Este es un cuarto de control totalmente digitalizado, dominado por pantallas donde se vigilan todos los procesos industriales y se los gobierna por medio de computadoras controladas por operadores chinos. Ahí el ministro Pérez atendió con paciencia las explicaciones de un ingeniero ecuatoriano, las cuales duraron unos quince minutos. Luego, una vez constatado el retraso en los actos formales, el ministro Pérez y el presidente Hu bajaron juntos por el ascensor, se dijeron halagos mutuos y se tomaron fotos con sonrisas. El presidente Hu dijo al ministro: "señor ministro, gracias por acompañarnos, su presencia nos da mucha fuerza".


El centro de control de Mirador es totalmente automatizado y digitalizado, y es el corazón de la operación industrial

Mientras tanto, otro grupo de personas recorría la parte de procesamiento de la planta en la cual se hace el concentrado de cobre y otros minerales. Con la particularidad que eran todos chinos. Entre ellos estaba nada menos que el señor Yan Jung, el presidente de una de las dos empresas inversionistas del proyecto: Touling Nonferrous Metal Group Holding y de CRCC Tongguan Investment. En su intervención, él dijo que este era "un día maravilloso porque abre un nuevo capítulo de la minería en Ecuador". Luego dio algunas instrucciones: "el inicio de la operación es lo más fácil, todo está por hacerse; debemos hacer todo lo posible para manejar bien la mina, es indispensable hacer las pruebas de los equipos, siempre debemos cumplir con las normas y leyes del Ecuador y en el espíritu de la Ruta de la Seda, convertir a Mirador en una ventana par ala promoción de la calidad china en América Latina".


La zona industrial de la planta de beneficio donde se procesa el concentrado de cobre, luego de que la roca ha sido triturada por dos molinos. 

Li Ning, vicepresidente mundial de la otra empresa socia, China Railway Construction Corporation, CRCC, destacó que su empresa tenía 11000 proyectos en todo el mundo con inversiones de USD 100.000 millones (el PIB del Ecuador en un año) y destacó los contratos que las subsidiarias CRCC 14 y CRCC 19 obtuvieron y cumplieron con el gobierno del Ecuador. Entre otras autoridades chinas también hablaron Li Meng, presidente del Comité Municipal de Toungling. Esta es una prefectura de la zona oriental de China, la traducción de su nombre es Cerro de Cobre. Es, gracias a este mineral, una de los sectores más ricos del gigante asiático.

Augurios de color rojo

No podían estar más orgullosos y lo demostraron con una ceremonia y un almuerzo de lujo. Cientos de adornos de su cultura,  de color rojo, que simbolizan prosperidad y buena suerte, colgaban de todas partes. No era para menos. Según información oficial, hasta la Planta de Beneficio llegarán un estimado inicial de 10.000 toneladas diarias de roca procedentes de la mina. En seis meses, esta cifra se incrementará a 30.000 toneladas; y en el lapso de un año, a 60.000 toneladas.


Los principales inversionistas chinos y el ministro Pérez encienden simbólicamente el botón rojo para el inicio de las operaciones de producción.


Los trabajadores de la planta observan desde un piso de la planta de beneficio parte de la ceremonia.


A la derecha, en primer plano, Yan Jung, presidente de Touling Nonferrous Metal Group Holding, junto a otros ejecutivos que llegaron diractamente de China Popular para la ceremonia.

La planta de beneficio consta de dos líneas de producción, cada una con capacidad para ejecutar independientemente los procesos de molienda y flotación. La molienda está formada por un molino SAG (Semiautógeno) y otro de bolas, los cuales se encargarán de reducir el mineral hasta 120 micras, tamaño necesario para continuar con el proceso.


Una vista externa de la planta de beneficio. Al fondo, el domo donde se acopia la roca antes de ingresar al proceso industrial.

En el área de flotación se agregará agua, reactivos (espumantes, colectores) y además se inyectará aire, con el fin de formar burbujas a las cuales se adhieren las partículas de metal y se elevan a la superficie. La pulpa obtenida será enviada por un sistema de tuberías al área del concentrador y filtración donde se extraerá.


Una toma de parte del campamento y la zona industrial.

Ninguno de los expositores chinos habló de cifras de producción ni de los resultados esperados. El ministro Pérez sí. En su discurso de orden destacó los montos de inversión, USD 1450 millones. El Ministro dijo que en Mirador se procesarán 94 mil toneladas de concentrado de cobre al año, reportó la Agencia Minera, un boletín especializado en la industria. Un profesional de la empresa dijo que el concentrado tendrá una ley del 30 por ciento. El depósito conocido como Mirador es de cobre, principalmente, y según la empresa, contiene también oro, plata, molibdeno, azufre y otros metales.


Zona contigua al área de la mina, donde 30 camiones al día depositan la roca que sale de la cordillera. 

"El concentrado de cobre saldrá embolsado desde Mirador y será transportado en camiones al puerto de Guayaquil. Se estima que el primer embarque salga en agosto de este año para ser procesado en las refinerías chinas. Se desconoce la cantidad de relaves y se estima que la ley de dicho relave será muy baja. El año 2020 el valor de las exportaciones de Mirador será de 500 millones de dólares, expresó el ministro Carlos Pérez", reportó la Agencia.

Mirador producirá 3.5 millones de toneladas de cobre. Eso equivale a USD 23.100 millones en el tiempo de vida de la mina (30 años), al precio actual del mineral, USD 6.600 la tonelada. Pero también tiene oro, casi similar a la mina de Fruta del Norte, 3.4 millones de onzas: USD 5000 millones de dólares. La regalía es del 6% al 8% en la actualidad. El gobierno calcula que el Estado recibiría cerca de USD 7500 millones en tres décadas, fruto de regalías e impuestos. Con sus 3.18 millones de toneladas de cobre, 3.39 millones de onzas de oro y 27.1 millones de onzas de plata, la mina es la pionera de una de las grandes esperanzas del gobierno: el extractivismo minero.


Un camión echa la carga de roca que sale de la mina de cobre.


Mirador empezará procesando 10.000 toneladas de roca por día, hasta llegar a 60.000 toneladas díarias. 


Una especie de molino succiona la roca que sale de la mina, la cual es condicida por gigantescos conductos hasta el centro de acopio y luego a los molinos que la pulverizan, para después con el uso de agua y químicos lograr el concentrado de cobre que se exporta.


Este es el concentrado de cobre, un lodo saturado de minerales, que luego será llevado a refinerías de oro, plata y bronce en el exterior. Este lodo es el que se exporta. 

Tampoco el alcalde de Tundayme habló de cifras, pero durante su intervención le habló al ministro Pérez: "pese a estar en contra por parte de las poblaciones, este proyecto fue parte de las decisiones del gobierno central, que se toman en Quito. Queremos que se respeten nuestros recursos y es absurdo que toda esa riqueza minera sea extraída de nuestra región y esta sea la más pobre del país. Queremos que el ministro y el gobierno hagan respetar nuestros derechos. Somos siempre recordados cuando se trata de extraer riquezas, pero siempre olvidados el momento del reparto".

Mirador ha sido una pesadilla

Ese mismo simbólico día, las organizaciones: Comunidad Amazónica de Acción Social Cordillera del Cóndor Mirador, Cascomi; la Red Eclesial Pan amazónica-REPAM, la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos, y la Red Comunitaria Luchadores por el Agua, emitieron un comunicado cuestionando el papel de la empresa y del Estado ecuatoriano en este proyecto y dieron cuenta de los pasivos ambientales y humanos que deja hasta ahora la operación.

La instalación de este proyecto de extracción minera, dijeron las organizaciones, "ha sido una pesadilla para las familias indígenas y campesinas que se han visto forzadas a abandonar sus tierras. Estos hechos han llamado la atención de autoridades de organismos internacionales de protección de Derechos Humanos, como la Relatora de Pueblos Indígenas de la ONU, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos, gobiernos locales, instancias de rendición de cuentas estatales, medios de comunicación y organizaciones sociales.


El primer corte de la mina. Debajo de la niebla se pueden apreciar el cobre aflorado, de color más blanco que la tierra roja típica de la Amazonia.

"La empresa manifiesta haber invertido 1.7 millones de dólares en programas de apoyo a comunidades locales; sin embargo, como lo demuestra la lucha de las comunidades existe una fuerte deuda social y ambiental que no puede ser saneada con económicamente, sino con el reconocimiento de las afectaciones reales que ha producido este proyecto a los derechos humanos de la comunidad y la naturaleza.

"La situación actual de varias comunidades es precaria ya que no tienen agua limpia ni acceso a fuentes hídricas (causa de sus problemas de salud) como es el caso de la comunidad Yanúa Kin cuyos cultivos, animales y viviendas fueron destruidos y contaminados debido a la tierra y sedimentos arrojados por la empresa a los ríos Wawayme, Tundayme y Kimi. Las personas que dependen del río Tundayme también presentaron problemas, debido al desvío del cauce del río.


El campamento se instaló en plena selva. Los desechos industriales se acopian en sitios especiales.

"Frente a esta situación, el Estado ha hecho caso omiso a la demanda constitucional planteada en contra de la empresa y el Estado por desalojos forzados en las 11 concesiones que sobrepasa la extensión permitida, conforme el Art. 4 del Mandato Minero un mismo titular no puede tener más de tres concesiones mineras.

"No debe existir actividad minera en áreas con alto valor ecológico. El Valle del Quimi, Tundayme, El Guismi y parte del Pangui (donde se desarrolla el proyecto Mirador) forman parte de la Cordillera del Cóndor, una reserva de biodiversidad de 150 Km2 de superficie, en la que existen 16 ecosistemas reguladores de los regímenes de agua para la región, además en el bosque protector se han registrado 227 fuentes de agua".


La zona industrial tiene una serie de caminos y taludes para el traslado vehicular.

El gran problema ambiental, según los dirigentes consultados por Plan V, es el tratamiento de los relaves, los depósitos de tierra o escombreras que saldrán de las 60 mil toneladas de piedras al día, la contaminación de las aguas y la deforestación en una zona de montañas de poca consistencia pétrea. Aunque la empresa ha asegurado que ha cumplido todos los requisitos ambientales, las organizaciones ecologistas y los críticas del proyectos informan que los informes y autorizaciones ambientales no han sido expuestas públicamente ni por la empresa ni por el ministerio del Ambiente.

Sobre uno de los problemas centrales es el de los relaves. El informe científico Evaluación del Diseño y de la Construcción de las Presas de Relaves para la Mina Mirador —realizado por Steven H. Emerman a petición de E-Tech International y presentado el 19 de febrero de 2019— sostiene que "un diseño previo de la presa de relaves para la mina Mirador, Zamora Chinchipe, Ecuador, incluía una altura de 63 metros, una inclinación del pendiente exterior de 1V:2H, la construcción de línea central, y la capacidad de soportar la inundación máxima probable. Un análisis de estabilidad determinó que los relaves y el cimiento se licuarían durante el terremoto que se espera durante la vida del proyecto. La presa de relaves actualmente en construcción incluye una inclinación del pendiente exterior de 1V:1H, construcción aguas arriba (más susceptible a la falla por tanto licuefacción sísmica como inundación), la capacidad de soportar sólo una inundación de 500 años y una altura proyectada de 260 metros (la más alta jamás construida). La falla por terremoto, inundación o erosión interna es inevitable. Se recomienda una moratoria inmediata en la construcción adicional de la mina Mirador, seguida por la convocación de un panel independiente de expertos internacionales para la evaluación de las facilidades de gestión de relaves Mirador".


Lea aquí el documento informe sobre la situación de los relaves en Mirador.

El informe, de 42 páginas, emitió siete conclusiones:

1) Los criterios de diseño de capacidad para resistir una inundación de 500 años y un terremoto de 500 años son inadecuados para las presas de relaves, por las cuales la falla resultaría en la pérdida de vidas humanas y en daños ambientales extensos.
2) La suposición de que los relaves más gruesos no serán sulfurosas no se puede confiar en la construcción de presas de relaves a partir de los mismos relaves.
3) No se ha realizado ninguna evaluación de los riesgos planteados por los deslizamientos de tierra o la alta tasa de erosión en el área del proyecto minero.
4) Contrario al diseño, la presa Quimi se está construyendo utilizando el método de construcción aguas arriba, el cual es más susceptible a todas las causas de falla de las presas de relaves.
5) Contrario al diseño, la presa Quimi tiene una inclinación de terraplén de 1V:1H, la cual es el ángulo crítico máximo para la prevención de falla por erosión interna. Desde este punto de vista, la presa es susceptible a la falla tan pronto como la relavera se llene con relaves húmedos.
6) Contrario al diseño, ambas alternativas de la presa Quimi y la presa Tundayme están actualmente en construcción.
7) La falla de las presas de relaves en la mina Mirador es inevitable y las consecuencias serán extremas.


Fotos: Video promocional ECSA
Dos técnicos trabajan en la construcción de uno de estos molinos.


Fotos: Video promocional ECSA
Toma dentro de la planta de beneficio, en la zona de los molinos.

Nuestro proyecto de vida terminó

"Entonces un policía dice: “no, no, no, le doy 5 minutos [para] que saquen las cosas ustedes”. ”¡Pero cómo 5 minutos! Cómo va a ser, cualquier cosa que tenemos... se avisa”. ”No, que nosotros no tenemos nada que ver, que tienen que ser desalojados de aquí.” Yo cogí un machete, qué van a querer venir aquí a virar la casa o qué, entonces cómo va a ser que ustedes van a venir a despojar, tendrán que presentar una orden. Claro, tengo derecho de reclamar pensando que era un lote propio, una casa que no puede virar. Entonces me puse rebelde y de ahí me quitan el machete y me coge el otro policía con unas cosas de esas que ponen a los criminales en las manos [esposas] “Usted se va detenido”. Pero cómo me voy a ir detenido si yo estoy defendiendo lo que es mi lote, mi casa, digo. “¡A no! Que usted tiene que alejarse y [se] va a ir detenido”. Al último me fueron jalando y de ahí, vuelta, me cogen uno de una mano, otro de otra mano, uno de la cabeza y otro de los pies, y bien tenido, me van llevando 200 metros arrastrado por el suelo. Entonces ahí está viniendo un policía, los que estaban ahí eran de la compañía, no solo propios de los policías. Un sargento sería: “¡así no se trata a la gente, así no se hace! Suéltenle al señor, suelten!” Y de ahí me sueltan como en la carretera.67 Estas agresiones fueron indiscriminadas contra toda la población: mujeres, niñas y niños, adultos mayores y personas con discapacidad también fueron agredidos por quienes ejecutaron el desalojo. Varios relatos dan cuenta de la violencia del desalojo. Al ver que me sacudía, va uno y me mete un rodillazo, me dejó sin respiración, me estaba doliendo, doliendo allí me fui al hospital de Gualaquiza y saqué un parte del doctor. Sí tengo, lo presentamos en la denuncia de El Pangui. Le entregamos a la fiscal del Pangui. Me golpearon, tenía harto dolor, no podía ni acostar, dolía, dolía. Y de ahí me fui al hospital, “es del golpe que ha tenido que le han golpeado en la boca del estómago”.


El uso del agua en este proyecto minero es una de las tantas polémicas que lo ha cruzado.

Me dieron unas pastillas para la infección. Estuve un mes medio mal, mal, mal, no podía ni trabajar ni golpear el machete duro. Siempre me dolía pero tomando remedios, gastando en las boticas... así me quitó el malestar del estómago. Yo estaba embarazada y me había dado la preclampsia [...] y me fui a Cuenca. Estaba recién operada cuando pasó lo del desalojo, estaba recién llegada de Cuenca. Llegaron a las cuatro de la mañana la policía… La Comisaria y los del Registro de la Propiedad. Y yo cuando me levanté, estaba la casa llena de policías… llegaron y gritaron que tengo que levantar a mis hijos... en cinco minutos… yo no podía ni caminar, nada. Entraron y subió la guardia. Mis hijos estaban sin desayuno, sin nada, toda la mañana. Yo no podía caminar, ellos llegaron con la ambulancia a llevarme, yo la verdad no quise porque estaba con un tratamiento. Eran las siete de la mañana, mis hijos estaban sentados, ya querían comer, no tenía qué darles. Después yo ya me vine acá a Tundayme, porque ya no me aguantaba. Tengo la presión [alta], estaba con una manguera acá [señalándose parte de su abdomen]. Yo estaba solita en ese momento, llamé a mi hijo, llegó y han visto que estaba rodeada de ellos y que abra las puertas que si no cortan el candado. Yo no quería abrir porque ahí tenía papeles que nos acreditan a nosotros, documentos más, remedios de ganado, remedios de mi esposo, oiga todito hicieron una sola. Mi hijo dijo “qué hacen a mi madre”, les habló y cogió un palo.


Libro "La herida abierta del cóndor" en el cual se publica la investigación de los impactos humanos, económicos y culturales en las comunidades indígenas y de colonos de Zamora Chinchipe. 

Sí se botaron apretándose en la grada, jalaron en la grada a mi hijo y después le arrastraron y le tumbaron, hincándole en las costillas. Le tenían hecho verga, mi hija por defenderle al hermano también le trompearon, estaban hecho verga. Mi papá dice que no quería salir del cuarto, dice que le han cogido de los brazos entre dos y ahí sí le han mandado sacando para fuera de la casa. Es una persona de edad avanzada y no opuso resistencia al momento del desalojo. Ahí filman lo que a mi primo le arrastran, le patean abajo en el patio porque ha ido a defender a la mamá. Luego la hermana también va y le agarran, tendidos en el suelo.  Era como algo de terror porque ellos no respetaban ni a niños, nada. Al guagüito [sic] de una señora le habían golpeado, por cogerle al marido, porque ellos querían defender, pero ¿cómo se podía defender? Con poca gente para tantos, parecía película de terror con tanto policía. Que salgamos de la casa, que si no vamos a proceder con la máquina [decían]. A mi mamita que le han forcejeado, estaba mal con la manito [sic] [se topa la muñeca]. ¡Mi mami! Mi mami se puso mal, mis sobrinos se pusieron a llorar. Le habían cogido entre cuántos, ella pasó enferma varios días aquí, dolor de cabeza, desesperación de corazón. Ellos me maltrataron. Unas policías, porque yo no me quería salir de la casa, en el desalojo que nos hicieron, el 30 de septiembre de 2015. Yo estaba sentada en la casa con mi nena, entonces ahí cogieron, las chicas, o sea las policías y nos sacaron a puño y jalándonos, por poco y no nos jalaron de los pelos. A mi nena y a mí, tan malas gentes, y siendo nuestros propios hermanos ecuatorianos. Fue como algo terrorista ese día y fue tan feo que nos daba miedo. Incluso a nuestros vecinos les iban arrastrando, se pusieron a [forcejearle] a la Policía y la Policía con unos palos les querían pegar. Y claro, a una también le dio iras, hasta un palo que se quería coger porque daba iras. Entonces ahí es que cogieron, nos jalaron y a jalones nos fueron llevando así hasta la vía principal de San Marcos. Y ellos nos amenazaban y nos decían que nos iban a mandar a la cárcel si no colaboramos con irnos. 135 policías llegaron a las cinco horas, instándonos a desalojarnos por ser invasores. Fue un evento terrorista. Hubo maltrato de los policías a mujeres. Fue violento y agresivo. Después tumbaron las casas. Un señor de la empresa, apodado Negro S., S. T., ofreció llevarnos a una casa a Gualaquiza. Acosó a mi hermana, a mí misma, a mi tía y a mi mamá. Es un comportamiento recurrente. Intentó sustraerse objetos y madera de las casas.


Una toma satelital y actualizada del impacto de Mirador. La empresa tiene concesiones mineras por más de 9000 hectáreas en la Cordillera del Cóndor. Haga clic aquí para ver todo el estudio satelital.

Incluso, el Presidente de la República, Rafael Correa, representante legal del Estado ecuatoriano, cinco días después del desalojo de septiembre, confirmó que hubo desalojos pero que habían sido pacíficos:

Se han inventado videos, ¡cómo ofenden a la policía! Fue un desalojo pacífico, en función de la ley. Y sacaron un video falso. Empezó, este señor, a pedir latas de atún, camisetas para los desalojados, esto fue un teatro, un show. Ahí no hubo ningún incidente. “Ah, pero el gobierno está del lado de la compañía”. ¡Estamos del lado de la ley, de la verdad, o no saldremos adelante!

Ese mismo día e inauguró una escuela del milenio en El Pangui; y pese a insistir en el discurso de la minería responsable, dos meses y medio después, el 16 de diciembre de 2015, la ARCOM ordenó un nuevo desalojo masivo y 18 familias fueron desplazadas para continuar con el proceso de despojo de tierras a favor de ECSA.


Léa aquí el informe que Plan V hizo en el 2014 sobre los cuestionamientos del contrato que firmó Rafael Correa con Ecuacorriente.

Al respecto, una mujer comentó que...

Llegaron a las cinco y cincuenta los policías, la de ARCOM, una tal señora Silva [C. S., Directora Ejecutiva de la ARCOM] y nos dijo que si estaba la dueña. Le dije que no estaba [...] Nos dijo: tenemos una orden de venir y desalojar, si lo quieren a las buenas bien, si no a las malas traemos las máquinas y lo botamos todo. Me quedé parada y le dije que tiene que esperar a la dueña, yo soy la hija, pero ella dijo: no, a ver compañeros, entren y saquen todas las cosas. Ellos bajaron con los camiones y yo fui a ver el ganado. No nos dieron plazo de ningún día, dijeron que tenían que sacar ahí mismo.

Uno de los efectos visibles de la mina a cielo abierto es la deforestación de las montañas del Cóndor.

El siguiente testimonio da cuenta de la violencia de este desalojo y confirma el patrón sistemático con el que actúa el Estado.

Estuve presente en el momento del desalojo. Nunca nos han notificado para hacer este trabajo de un desalojo forzado, escuchamos rumores y acudimos a la finca [...] Llegaron dos camionetas llenas de policías, después llegaron más policías y entre ellos estaba el comisario nacional, agentes políticos, los fiscales y trabajadores [de la empresa] para hacer el desalojo. Nosotros nos acercamos y les dijimos qué iban a hacer y nos indicaron unos papeles que decían que eran la sentencia del juez que autoriza que eso tiene que desalojarse.

Entonces nosotros comentamos y le dijimos que estábamos en diálogo, porque hace 8 días conversamos con una tal A., que es de la gestión de la política, y ella nos dijo que iba a pasar un informe a Quito y que nos iba a llamar a una reunión con los de la empresa. Entonces supuestamente estábamos negociando en paz y sorpresa que llega este desalojo forzado.

Y le comenté yo a un fiscal, R. se llama, le decía que nos dé tiempo, un par de días para nosotros mismos desarmar la casa y abandonar el lugar. Pero se negaron por completo. Hablé con muchos policías y se negaron por completo, que no podían, que se tenía que desalojar y punto. Les exigí un documento “dónde tienen”, y ahí me dieron una copia, pero yo jamás firmé un documento por recibido ni nada. Esa copia tengo, que dice que el juez ha emitido que se haga el desalojo.

Los camiones (30 en total) que trasladan diariamente el material rocoso extraído de la mina se dirigen hacia la misma. Al fondo y en las montañas de atrás está la mina.

Dijeron que no podían esperar un minuto más, hicieron violentamente, entraron a la casa. A mí el policía me cogió y me dijo que yo no tenía que estar interviniendo, inclusive a un trabajador mío le separaron, le maltrataron bastante, a mi mamá también le maltrataron de una manera física, psicológica, a mi papá igual. Y de esa forma ellos entraron a sacar las cosas y amontonaron en el centro del patio de la casa, desclavaron las tablas, cargaron en los camiones. Lo que nos dijeron es que algún familiar de ahí se vaya a los camiones para dejar en la casa donde van a dejar. Porque supuestamente ellos nos dijeron que tienen una casa arrendada y una finca para el ganado. Yo les dije que a mí no me interesa, que ellos sabrán dónde llevan las cosas y los animales. Así sucedió, ellos ya cargaron las cosas en el camión y se fueron [...]

Mi papá tiene la costumbre de tener un bolsito en el jean y en eso anda llevando todos sus documentos, inclusive dinero. Desde el primer momento en que empezaron a sacar las cosas en la casa, mi papá perdió el bolso y les comenzó a exigir que por lo menos le den el bolso porque son documentos personales y nadie le dio oído. Mi papá dijo “tengo dinero, mis documentos y eso quiero que me den”. Nadie dio una respuesta. En ese bolso está un dinero con alto valor, porque justo ayer mi mamá retiró de la cooperativa y tenemos el recibo de eso, que hay alrededor de 9.000 dólares, por eso mi papá todito exigía, exigía que le dé el bolso, le decía al comisario. Y nadie dijo nada, todos se callaban y listo.

Como yo estuve conversando y dialogando con todas las personas ahí, y estuve filmando para tener un respaldo y se dieron cuenta, como los policías me alejaron de ahí y de ahí vino una persona que es trabajador de la empresa, él con los policías me exigieron que les entregue mi celular, me exigieron. Yo no les quise dar y el policía metió la mano en mi bolsillo, sacó el celular y le dio al señor. Y de ahí yo estuve exigiendo que me den mi celular, me devolvieron después de un rato pero ya borrada la información. Entonces yo les dije que no me interesa el celular sino la información que yo tenía. La policía es cómplice, es algo personal y por qué ellos mismos me exigieron, inclusive me sacaron el celular del bolsillo. Y fue para borrar la información. Pero ventajosamente mi hermano tiene otro celular y ahí tenemos una gran parte que está grabada.

Alrededor de 50 policías llegaron. Al inicio estaban menos pero luego, cuando quisimos conversar y vieron que estábamos [con] un poco de resistencia, y llegaron más policías. A la tarde llegaron 6 o 7 mujeres policías que dijeron que venían de Loja, de Zamora, ellos mismos me dijeron. La misma policía conversó conmigo y me dijo que ellos no debían hacer ese tipo de trabajo si no nos han dado una notificación previa.

Estas nuevas familias afectadas enfrentaron pérdidas materiales, en especial de ganado y otros animales que tenían en sus fincas, pero también de enseres y herramientas de trabajo. Como en los desalojos del 30 de septiembre de 2015, este nuevo desalojo significó también la destrucción de casas
con maquinaria y posterior entierro de los restos materiales en huecos en las mismas fincas.

Nos dijeron que se llevaban el ganado a Gualaquiza y ahora no sabemos dónde está el ganado. Nos dicen que han llevado por arriba pero no hay, no tenemos nada, no nos dejaron nada. Todo aplastaron ahí, no tenemos ollas ni nada, todo aplastaron lo que había en la casa. No sé a dónde se los llevaron el ganado. Después llegó la máquina y destruyó y enterró todo. Todo lo que es la infraestructura de la casa, dejaron tapando y después fueron con el ganado. Ellos mismo para mí que tenían todo revisado dónde se iban a llevar al ganado. Ahí hay un aproximado de más de 100 animales y les dije que tengan mucho cuidado que nosotros tenemos el registro de vacunación, que eso nos garantiza y sobre todo que hay animales que están en etapa de gestación y que si eso se bota hay mucha pérdida. Al final nosotros dijimos al comisario que coja y vea qué es lo que hace con las cosas, solo le explicamos que teníamos gallinas, ganado bovino, cerdos, peces. Lo que les dije es después hacemos el inventario y hacemos cuentas y de ahí nosotros luego regresamos a Gualaquiza. No sabemos dónde se llevaron las cosas y el ganado, lo que dijeron era que se llevaron por El Pangui, que tenían arrendado una casa y una finca.


Fotos: Video promocional ECSA
Tomas del campamento desde sus extremos opuestos. En la primera foto, la toma es desde el ingreso a la mina. En primer plano está la zona administrativa; a la izquierda el campamento de viviendas y recreación, y al fondo la zona industrial.


Tomas del campamento desde sus extremos opuestos. En la primera foto, la toma es desde el ingreso a la mina. En primer plano está la zona administrativa; a la izquierda el campamento de viviendas y recreación, y al fondo la zona industrial.

Tomas del campamento desde sus extremos opuestos. En la primera foto, la toma es desde el ingreso a la mina. En primer plano está la zona administrativa; a la izquierda el campamento de viviendas y recreación, y al fondo la zona industrial.

Tomas del campamento desde sus extremos opuestos. En la primera foto, la toma es desde el ingreso a la mina. En primer plano está la zona administrativa; a la izquierda el campamento de viviendas y recreación, y al fondo la zona industrial.

Los señores de ECSA, de seguridad con los camiones, por qué meterse en problemas y llevarse cosas ajenas que no son de ellos. Con este Presidente [de la República] lo que nos está haciendo, son como 9 viviendas que están destruidas y fincas que no han tenido casas también se han apropiado. Todos están desalojados, las gallinas sueltas, los caballos desbocados, las casas enterradas, la madera, todo así. Hay videos que están hechos. Se acabó la Cordillera del Cóndor, los moradores de San Marcos, van a empezar los desalojos en Valle del Quimi. Hoy se acabó. Con las mentiras de ellos que ya hemos cogido los cheques, es falso que nos han pagado. Las vacas dejaron botando por arriba, cantidad de cabezas de ganado. Yo tenía como 18 reses en mi finca. Otros tenían 40. No me dejaron ingresar por lo que no vi nada de dónde se llevaron, yo estaba ausente.

Es terror lo que hicieron, lloraron, hasta hombres lloraron, y en la guerra no lloraban, del sentimiento de tantos años de trabajo y salir vacíos. Comida, ropa, nada, cuyes que se han muerto, a dónde llegamos, gallinas muertas, es lo que está pasando. Yo estoy mal de la cabeza, como ido de las iras, no puedo ni dormir, es algo increíble”. 

(**) Todos los testimonios en cursiva son tomados del libro La herida abierta del Cóndor, al que se puede acceder desde este portal

Estos fueron los desalojos:

1. 12 de mayo del 2014, un grupo de 50 policías con pasamontañas llegaron al antiguo barrio de San Marcos y destruyeron una escuela y la iglesia. El lugar donde estaba la iglesia, la escuela y otras infraestructuras de uso colectivo habían sido donadas por el dueño del terrero a la comunidad por lo tanto no eran de propiedad de ECSA.
2. 30 de septiembre de 2015, 16 familias de las zonas Vía Cóndor Mirador y San Marcos fueron desalojadas de sus tierras y de sus viviendas, y sus cultivos fueron destruidos y enterrados. El desalojo fue perpetrado por 135 policías durante horas de la madrugada.
3. 16 de diciembre 2015, sucedió en horas de la madrugada, entre las dos y las seis de la mañana, con presencia policial, funcionarios de la comisaría, fiscales, y nuevamente trabajadores de la empresa que ejecutaron los desalojos. La Policía hizo uso de la fuerza para evitar resistencias y facilitar que trabajadores de la empresa desarmaran las casas, que finalmente fueron destruidas por la maquinaria pesada.
4. El 4 de febrero de 2016, desalojo forzado de la anciana shuar, Rosario Wari, de más de 95 años, e intento de disfrazar el desalojo como intervención social. La anciana manifestó reiteradamente su voluntad de no abandonar el territorio de sus ancestros, y tras el desalojo forzado sufrió una crisis emocional severa.

Luis Sánchez, presidente de Cascomi, vive en Tundayme, en una casa arrendada, junto a sus hijos. Su padre, su madre, sus ocho hermanos (él tiene ahora 48 años de edad), y sus respectivas familias, tenían cien hectáreas en la zona. Era (es) su territorio ancestral y ahí trabajaban y vivían. Sus padres la trabajaron desde la década de los cincuenta del siglo pasado. Tenían 120 cabezas de ganado que desaparecieron al momento del desalojo. Nunca, dice, tuvieron un proceso de consulta previa. Simplemente les comunicaron que debían salir, y luego les expulsaron de su tierra y de su vida. Ellos y su familia han interpuesto acciones de protección contra el desalojo, pero no han recibido respuesta, como contó a Plan V:

"La misma justicia nos ha negado en segunda instancia, desvirtuando la calidad de que somos o no indígenas. Nuestro pedido no es ese. Pedimos que se nos respete el derecho a una vivienda digna, pero para nosotros la vivienda no son cuatro paredes, nuestra vivienda es un entorno, un territorio donde podamos hacer nuestra vida con dignidad y de acuerdo a nuestra identidad cultural. Somos una familia muy grande, solo en el hogar de mi padre son unas veinte personas. En esa propiedad era para cultivo y crianza de animales de ganadería y animales menores. Y siembra de naranjilla y caña de azúcar. Y ese ha sido nuestro sustento históricamente. Así nos hemos educado, mi padre nos ha dado estudio a todos los ocho hijos, pero hemos trabajado la tierra, duro, y (se corta...) eso nos ha sostenido, pero ahora no tenemos. Entonces eso nos extraña y ojalá el gobierno no intervenga en la justicia, no manipule, para que esta se pronuncie independientemente y con transparencia y que respete nuestros derechos, como humanos que somos. Impactos han habido muchísimos, el tema del agua, por ejemplo, que no sirve para tomar, no podemos utilizar el agua (se corta...). El problema más grave es que se ha dado la tala de bosques masiva y sigue erosionando el suelo, las excavaciones de las relaveras, los caminos que abren, y todas esas tierras están abandonando hacia las quebradas, y eso va hacia el río (...) el riesgo es que las piscinas de sedimentación están descargando directamente hacia el río Tundayme y hacia el río Quimi. Y todo este tiempo hemos registrado, a través de videos y fotografías los peces muertos, aunque eso para la justicia no es válido".


Foto: Caritas
Una toma de la destrucción ordenada por las autoridades de las viviendas y propiedades que los colonos se negaron a abandonar para que ingrese la empresa en Tundayme.

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