Fotomontaje: PlanV
A mediados de 2017, una pareja fue arrestada en Miami por estar relacionada con una red de tráfico de drogas cuyo origen era Ecuador. Juan Carlos Pozo y Patricia del Carmen Díaz, ambos chilenos, habían hecho una escala en Ecuador, donde consiguieron la droga, antes de viajar a EEUU. Los dos habían llevado aproximadamente cinco kilos de heroína. Pero agentes de la DEA les seguían la pista.
La pareja viajó a Miami el 26 de mayo de 2017. Cuatro días después, ambos se reunieron con un agente encubierto —que se había infiltrado en la organización delictiva— en un estacionamiento de Miami para la entrega de los estupefacientes. Pozo llegó con una bolsa que contenía una caja de zapatillas Nike, en cuyo interior se ocultaban 2,5 kilos de heroína. La droga estaba empaquetada en envoltorios de caramelos de chocolate. El agente encubierto le pagó con una maleta que contenía dólares falsos.
Durante la transacción, Díaz se quedó cerca del lugar de encuentro en vigilia. Cuando Pozo se dirigió hacia su auto con la maleta de dinero falso, las autoridades norteamericanas los detuvieron. La mujer se negó a entregar su teléfono móvil.
En su hotel, los agentes descubrieron en un armario 2,5 kilogramos adicionales de heroína también en envoltorios de caramelos de chocolate. Ambos admitieron que habían introducido drogas a EEUU en ocasiones anteriores y que les habían pagado entre USD 7.000 y USD 8.000 por cada importación.
El 9 de junio de ese año, la justicia de EEUU hizo pública la acusación contra los dos detenidos y el ecuatoriano que fue su contacto. Desde esa fecha el nombre de Víctor Ramón L.J. consta en los expedientes de la Corte de Miami como un prófugo de la justicia norteamericana.
LA DEA siguió a Víctor Ramón L.J.
Víctor Ramón L.J. nació en la parroquia Bolívar, de Guayaquil, en 1973. No registra profesión, pero ha sido socio y gerente de al menos tres empresas. Una de ellas es OsakaFish, que es una de las compañías que la Policía Antinarcóticos indagó en Manta por supuestos vínculos con el narcotráfico y con la mafia albanesa. El medio La Posta filtró esa investigación policial.
Según este documento, los agentes buscaban identificar a los miembros de una presunta organización que operaba en Manabí y Guayas y que se dedicaba al tráfico ilícito de drogas obtenidas en Loja y El Oro, fronterizas con Perú. El informe dice que OsakaFish fue usada para esos fines. Pero desde que se hizo pública esta denuncia, Víctor Ramón L.J. y su abogado negaron actividades ilícitas, como se detalla más adelante.
Sin embargo, la DEA ha seguido los movimientos de Víctor Ramón L.J. desde el 2016. Cuando Pozo se declaró culpable en EEUU por los cargos de narcotráfico, la jueza Cecilia M. Altonaga, de la Corte de Miami, contó detalles de la investigación. Dijo que, en ese año, una persona cuya identidad está bajo reserva entró en contacto con Víctor Ramón L.J.
El 9 de junio de 2017, EEUU acusó a dos chilenos y al ecuatoriano Víctor Ramón L.J. por conspirar para el tráfico de heroína. En ese proceso, al ecuatoriano se lo declaró prófugo.
En abril de 2017, Víctor Ramón L.J. acordó —según manifestó la jueza— que su organización de narcotráfico vendería heroína a dicha persona no identificada. Ambos se reunieron en Doral, Florida, pero al encuentro también asistió un agente de la DEA infiltrado. En esa reunión, los investigadores conocieron que la organización utilizaba vuelos comerciales para importar heroína a Miami y luego transportaba los estupefacientes a Nueva York, citó la prensa de Miami.
Los infiltrados mostraron a Víctor Ramón L.J. dólares falsos para asegurar la compra de la heroína. Las partes acordaron que otro miembro de la organización de Víctor Ramón L.J. haría la entrega de la droga. Los documentos judiciales de EEUU indican que esta reunión fue grabada en audio y video.
Finalmente, Pozo y Díaz entregaron el cargamento. Cuando esto sucedió, los agentes informaron que Díaz observó la transacción ilícita y la reportó a Víctor Ramón L.J. por medio de mensajes de WhatsApp. Según el relato judicial, la mujer siguió comunicándose con el ecuatoriano incluso durante su detención. La acusación dice que ambos recibían pagos en efectivo de Víctor Ramón L.J. por Western Union. La pareja fue sentenciada a 44 y 38 meses de cárcel, a inicios de 2018.
En esa diligencia, la jueza Altonaga describió a Víctor Ramón L.J. como “una fuente de suministro de narcóticos en Ecuador”.
El origen de León de Troya
Ahora, el nombre de Víctor Ramón L.J. aparece en una investigación antinarcóticos en Ecuador, que fue filtrada por La Posta el 13 de febrero pasado. Pero la indagación inició el 13 de mayo de 2021. Todo comenzó porque una fuente reservada informó a la Policía acerca de la existencia de una persona a quien llamaban ‘León’, que presuntamente estaría moviendo droga.
Al revisar sus antecedentes la Policía supo que la Interpol había emitido una difusión azul en su contra, que sirven para localizar o identificar a una persona que presente un interés para una investigación policial, u obtener información sobre ella.
Siguieron a Víctor Ramón L.J., quien resultó ser ‘León’. Primero lo observaron con otro sujeto a quien los investigadores lo bautizaron con el pseudónimo de el ‘Secretario’ porque era la persona que le hacía los mandados. Ambos visitaban con frecuencia una empresa llamada OsakaFish, que la adquirieron en 2021 después de que esta tuviera problemas económicos. ‘Secretario’, que responde a los nombres de José Eduardo V. R., fue nombrado gerente y Víctor Ramón L.J. figuró como uno de sus accionistas.
Esa adquisición llamó la atención a la Policía, pues Víctor Ramón L.J. tiene un RUC como vendedor de pescado y entre 2020 y 2018 sus declaraciones en el SRI habían sido en 0 en la mayoría de los años de ese periodo. Pero en 2019, Víctor Ramón L.J. declaró $3.444. Este personaje atrajó más el interés de la Policía cuando fue visto en reuniones con ciudadanos albaneses.
En el informe policial, los investigadores se refieren a Víctor Ramón L.J. como HD León. En los seguimientos policiales, esa referencia aparece en 50 ocasiones. Es la segunda persona más mencionada en el reporte solo después de Rubén Cherres, un empresario guayaquileño que ha sido señalado por tener supuestos nexos con la mafia albanesa. Cherres, a su vez, es amigo de Danilo Carrera, cuñado del presidente Guillermo Lasso. En otra filtración de La Posta, Cherres y Carrera mantienen conversaciones sobre supuestas compras para cargos públicos y designaciones de altos funcionarios de Estado.
En esa indagación, a Víctor Ramón L.J. y a José Eduardo V. R. se los observó trasladarse de manera frecuente desde Guayaquil a Manta, durante las fechas del seguimiento. Según los reportes, ambos se trasladaban por lo general en un vehículo Kia Quoris, de placas GSY2454. El Frente Parlamentario Anticorrupción aseguró, tras citar a la Agencia Nacional de Tránsito, que ese vehículo está a nombre del exasambleísta correísta, Julio César Quiñónez.
Según el informe policial, Víctor Ramón L.J. tuvo reuniones con el ucraniano Filatov Yuriy, quien fue vinculado a un proceso por tráfico de drogas el 7 de noviembre de 2022. La Fiscalía acusó al extranjero y a otras siete personas por contaminar un contenedor de calamar en Contecon, que tenía como destino Bélgica, con cocaína.
Su conexión con Cherres
En los seguimientos policiales, que arrancaron el 13 de mayo, en ninguna ocasión fueron observados juntos Cherres y Víctor Ramón L.J. Pero por fuentes reservadas, los agentes conocieron sobre una reunión previa, el 5 de mayo de 2021 en Manta, de la que no hay registros fotográficos.
En esa cita estuvieron presentes Víctor Ramón L.J., José Eduardo V. R., Cherres y Dritan Gjika. Este último ha sido socio de Cherres en más de una docena de empresas y la Policía lo considera como presunto el líder de una organización internacional de narcotráfico. Tras ese encuentro, los agentes obtuvieron autorizaciones de dos jueces para las vigilancias y seguimientos a este grupo.
Hay otro momento clave. Una vez, la Policía encontró en el mismo vehícula a Gjika y a Cherres, durante una revisión vehicular.
Cuando empezaron a seguir a Cherres, a la Policía le dejó de interesar ‘León’ porque entraron al mundo de Cherres lleno de nexos políticos y empresariales, dijo una fuente reservada a Plan V.
Tras la filtración, Víctor Ramón L.J. confirmó que conocía a Cherres desde hace 20 años. Ambos fueron compañeros en Aduanas en Guayaquil. En declaraciones registradas por diario El Universo, Víctor Ramón L.J. volvió a ver a Cherres hace un par de años en un restaurante en Samborondón y en ese momento le comentó que se dedicaba a la pesca.
El nombre de Rubén Cherres saltó a la luz pública después de que se filtraran sus llamadas con Danilo Carrera de supuestas negociaciones de cargos públicos. En la imagen, se lo ve en una caferetía con el albanés Dritan Gjika. Foto: informe policial
El medio guayaquileño citó lo dicho por Víctor Ramón L.J. sobre ese encuentro: “Le dije que hay una planta que posiblemente la van a rematar, subastar y le digo: será que de alguna manera nos puedes ayudar para ver cómo me das las directrices para poder hacer un préstamo con la Corporación Financiera Nacional o con BanEcuador. Él me dice ‘yo te puedo ayudar, pero tienes que hacer un proyecto’, entonces él vino y me visitó aquí en las instalaciones de la planta”.
Esta empresa, según Víctor Ramón L.J., era Olimar, una enlatadora de atún. Esta compañía estuvo relacionada con un proceso por lavado de activos. El colombiano Darío Echeverri, su dueño y detenido en 2015, fue sentenciado por ese delito a 17 años de cárcel. El entonces ministro del Interior, José Serrano, aseguró que él perteneció al extinto Cártel de Cali. Olimar está liquidada y sus instalaciones están en manos de Inmobiliar, según contó Víctor Ramón L.J. a los medios.
Tras la filtración, Víctor Ramón L.J. confirmó que conocía a Cherres desde hace 20 años. Ambos fueron compañeros en Aduanas en Guayaquil.
“La respuesta de Cherres a León fue que no se podía llevar adelante ese proceso porque la empresa Olimar aún se mantenía en litigio. Según León, esa fue la única vez que tuvo contacto con Cherres”, agregó el medio.
Cherres, en 1999, ya había sido detenido en el caso denominado “Río Grande” y posteriormente sobreseído por tráfico de drogas, según el Frente Parlamentario Anticorrupción.
Víctor Ramón L.J., sin embargo, cuestionó que haya sido vinculado “sin pruebas” a una investigación sobre la mafia albanesa. Su abogado también visitó a La Posta, el 15 de febrero tras la publicación del informe. El medio informó que el defensor dijo que su cliente se encontraba “afectado” porque él no tiene ninguna actividad ilícita. Uno de sus periodistas mostró decenas de documentos sobre las exportaciones de OsakaFish que les había proporcionado el jurista.
José Sánchez, abogado de Víctor Ramón L.J., ha dicho a medios que la Policía Antinarcóticos había revisado los contenedores de OsakaFish, pero no habían encontrado que su producto había sido contaminado. Esta empresa se dedica a procesar productos pesqueros. Los registros aduaneros a los accedió Plan V muestran que esta compañía ha exportado albacoras, pescado fresco, caballas, calamares y atunes. Entre 2017 y 2022, ha hecho 16 envíos de estos productos a través de contenedores hacia España, Portugal y Jordania. También ha realizado envíos aéreos a EEUU y Polonia.
Plan V envió preguntas sobre sus procesos legales, tanto en EEUU como en Ecuador, al correo personal de Víctor Ramón L.J. En una primera respuesta solicitó tiempo para que su abogado en EEUU pueda enviar documentos. Este medio le respondió que esperaría su respuesta. Él afirmó que hasta la tarde del miércoles, 1 de marzo, enviaría su versión. Pero hasta el cierre de esta edición no llegó la información ni su contestación a las preguntas.
[RELA CIONA DAS]
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