

Una foto que trae cola: el teniente Cifuentes es saludado con efusividad por el vicepresidente Jorge Glas, durante la ceremonia de ascenso en el Ministerio del Interior.
La indagación fiscal del caso Estrella dorada, sobre las irregularidades y delitos en la compra venta de pases policiales tiene 165 cuerpos. Es decir, 165 000 páginas.
El caso empezó en julio del 2015, y hasta ahora hay un excomandante general y varios oficiales y policías detenidos. Otros están dados a la fuga, especialmente el teniente Alexis Cifuentes Bedoya, que según varios de los testimonios ante la fiscalía, que se van a resumir en este informe de varias partes, sería el eslabón perdido entre la corrupción de una banda de policias dedicada a este negocio, y el poder político al más alto nivel. Porque entre la defensa de varios de los policías involucrados en el tema, surge una pregunta que debe ser contestada: si la teoría del caso de la fiscal encargada Tania Moreno, es que el teniente Cifuentes comandaba la presunta banda, ¿cómo es que daba órdenes a un general de la Policía y comandante general de la institución por si fuera poco? Algo que no cabe en la lógica de una institución jerarquizada, y solo pudo haberse dado, si es que ese fue el caso, porque el teniente Cifuentes tenía un enorme respaldo politico del mando civil. Es más, porque el teniente Cifuentes habría sido el portavoz de las órdenes del ministro del Interior y de otros jerarcas políticos, según los testimonios en la Fiscalía.
"El Cifu", era el apodo del teniente Cifuentes. El Cifu era todo y ahora está desaparecido. Fuentes vinculadas a la investigación creen que esta en México, protegido en una casa de seguridad; no se sabe por quién.
En una de sus declaraciones más completas luego de que estallara el escándalo, el ministro del Interior, José Serrano, llevó al set del noticiero Contacto Directo, de Ecuavisa, decenas de cajas con los cuerpos de la investigación. Se las dejó al presentador Alfredo Pinoargote "para que las revise, porque es seguro que no pudo revisar nada de esto para preparar la entrevista", le dijo, sin abandonar el sarcasmo. Las indagaciones previas son reservadas, por ley.
Al ver la magnitud de los hechos, el ministro dijo que entendieron que esta investigación no se la iba a poner en manos de cualquier fiscal.
Serrano informó en esa entrevista que fue la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional la que investigó esta red y dio la información a las autoridades institucionales. Luego diría que la Comisión de Pases fue la que detectó el ilícito. Al ver la magnitud de los hechos, el ministro dijo que entendieron que esta investigación no se la iba a poner en manos de cualquier fiscal, que se necesitaría un fiscal "probo", que garantice que esta no se iba a dilatar o detener. El fiscal probo resultó ser la fiscal Tania Moreno. Una fiscal de primera instancia que no podía, por ley, hacerse cargo del caso, que terminó en manos del fiscal de distrital de Pichincha, dado que el ex comandate general de la Policía, Fausto Tamayo, tenía fuero de corte.
La red estaba alrededor de la Dirección General de Personal de la Policía Nacional. Según el ministro, el esquema mercantil de pases llevaba dos décadas. Cada año, de acuerdo a las condiciones profesionales, se manejan entre 10 mil a 25 mil pases. Nadie controlaba esta estructura, dijo el ministro. En el 2011 se crea la Comisión de Pases para cumplir la orden del presidente Correa de que todos los policías hagan sus labores en la zona de su domicilio. Para el 2012, esta reingeniería había regulado el 60% del personal policial.
El ministro el Interior, José Serrano
En el 2015, al cotejar el número de pases que había emitido la Dirección de Personal de la Policía, con los que había autorizado la Comision de Pases del Ministerio del Interior, se detectó que entre 2000 y 5000 pases habían sido ordenados por fuera de la Comisión. El ministro dijo que la investigación no estaba terminada hasta cuando se pudiera atrapar al presunto cabecilla de la banda policial, el teniente Alexis Cifuentes. Cifuentes es un joven oficial que aparece protegiendo al presidente Correa el 30 de septiembre del 2010, y que tiene una extraña como estrecha relación con el primer despacho del país, y que según los testimonios de los oficiales ante la fiscalía, llamaba "padre" al ministro Serrano cuando se refería a él ante sus compañeros policías.
"El Cifu" también fue ascendido en las oficinas del Ministerio del Interior, y condecorado con un acuerdo firmado por el ministro Serrano, en una de cuyas consideraciones dice que "mediante Formulario Unificado de Pase No. 2012-09DTP-DGP de fecha 03 de enero de 2013, el señor Sbte. de Policía Alexis Geovanny Cifuentes Bedoya. fue dado el pase de la Dirección General de Inteligencia de la Policía Nacional al Ministerio del Interior, período en el cual se encuentra cumpliendo un servicio policial destacadamente profesional, sin escatimar esfuerzo alguno en cuanto al riesgo, tiempo, horario y actividad".
Salvo la mención a "servicios distinguidos", no hay en los considerandos una razón por la cual este subteniente mereciera la felicitación oficial, ni el cariñoso saludo del vicepresidente de la República, Jorge Glas, en la ceremonia de ascenso.
De acuerdo a los testimonios ante la Fiscalía, incluso del excomandante general, Tamayo, el teniente Cifuentes, tuvo un respaldo político que le permitió hacer lo que hizo durante más de dos años sin que nadie reclamara.
A menos que, de acuerdo a los testimonios, incluso del excomandante general, Tamayo, el teniente Cifuentes, haya tenido, ese respaldo político total, para hacer lo que finalmente hizo durante más de dos años sin que nadie se percatara. Y que formó parte de un grupo de inteligencia a órdenes del ex comandante Tamayo, al cual se lo llamó Los Intocables.
Al parecer, "El Cifu" tiene aún padrinos de alto nivel. Uno de los abogados de la defensa llamó a declarar al subsecretario Nacional Jurídico de la presidencia de la República, Vicente Peralta. Días después, el abogado recibió una llamada de la Presidencia, en la cual se le advertía que se cuidara, que ya era blanco de la Secretaría de Inteligencia, Senain.
¿Por qué se tomaron la molestia? Porque en el caso de los pases, dice este profesional del derecho, lo que se quiere hacer es desvincular de este tema a cualquier autoridad civil del Ministerio del Interior y de la propia Presidencia de la República. Peralta esta casado con Karina Argüello, la subsecretaria de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior.
Crear la necesidad, luego el mercado…
Uno de los compromisos del presidente de la República en el 2009 había sido que los policías ejerzan su labor en la zona de su domicilio. Pero en ese año el Plan de Seguridad Ciudadana implementó la movilización masiva de policías hacia Quito y Guayaquil. Siempre hubo esa molesta en las filas policiales. Uno de los componentes del disgusto policial, que desembocó en la insurrección del 30S fue precisamente ese tipo de medidas. Pero luego del 30S el presidente Correa reiteró el compromiso presidencial de facilitar el acercamiento de los policías a sus zonas de residencia. La situación era que los policías habían pasado a trabajar 18 horas continuas en las nuevas UPC, que aparecieron como hongos, pero terminaron ocupando más tiempo del personal policial. Además, el régimen de tiempo de servicio era que demasiado pesado para los policías alejados de sus domicilios. Era algo llevadero cuando se trabajaban en turnos de 14 días de trabajo y 7 de descanso. Pero después se pasó a un régimen de 14/3. Así, por ejemplo, un policía que prestaba servicio en Lago Agrio, pero tenía a su familia en Manabí, solo alcanzaba a estar un día completo con su familia, cuando recibía todas las quejas y problemas acumulados.
Había policías que vivían en el sur de Quito, prestaban servicio al norte de la capital y trabajaban en turnos de 8/2, sin poder ver a su familia. Así se fue creando la necesidad de pagar por un traslado; creada la necesidad, creada la oferta del mercado de pases. Porque otra razón para comprar un traslado era la necesidad de gastar menos. Con apenas tres días de permiso, si el policía quería ver a la familia, debía necesariamente tomar un avión; y era imperativo para los gendarmes gastar menos en tener casi una segunda vida en el lugar de servicio, además de pagar los gastos familiares.
El ascenso del general
El general Fausto Tamayo no debía ser comandante general, según fuentes policiales. Su hoja de vida estaba cuestionada por diversos motivos, más aún luego de su paso por la Dirección General de Personal de la Policía Nacional. Así que su nombramiento fue una sorpresa. Incluso para él…
Antes de que el general Fausto Tamayo fuera designado como comandante general, el teniente Alexis Cifuentes ya le comunicó que la decisión había sido tomada por el presidente Rafael Correa y el ministro Serrano.
En el testimonio ante la Fiscalía del teniente Eduardo Montenegro, se sostiene que “en julio, antes de que sea nombrado comandante general, y para que nadie escuchara o viera lo que se iba a tratar sobre la nueva designación de comandante, las reuniones entre el general Fausto Tamayo, el teniente Alexis Cifuentes y yo se realizaban en el departamento de mis padres. (…) En la noche anterior, antes de que sea designado como comandante mi general Fausto Tamayo, el teniente Alexis Cifuentes ya le comunicó que la decisión había sido tomada por el presidente Rafael Correa y el ministro Serrano”. Montenegro incorporó a su versión una foto donde se ve al general Tamayo en el departamento mencionado. Es Montenegro precisamente –a quien Tamayo conoció en Tulcán cuando era jefe de Inteligencia de la Policía y fue a esa ciudad para intervenir en un paro fronterizo- quien lo aborda un día en las gradas del Ministerio del Interior, se hace presente y le dice que se pone a las órdenes, y además le informa que su nombre estaba sonando fuerte para ser comandante general.
General Fausto Tamayo, ex comandante general de la Policía.
El 30 de septiembre del 2014, cuenta el general Tamayo en su versión, el alto oficial recibió a las veinte horas una llamada del teniente Cifuentes, quien le dijo que enviaba al teniente Montenegro para que lo recogiera de la casa de los padres de Tamayo, porque tenía algo "importantísimo" que decirle. A las diez de la noche llegó el teniente Montenegro quien le dijo que el Cifu tenía algo muy importante de que hablar, y que a esa reunión iría el Cifu e incluso el propio Ministro del Interior. Ahí, en el departamento donde vivía Montenegro, Tamayo esperó noticias que, sospechaba, tenían que ver con el nombramiento del comandante general. El teniente Cifuentes llegó a las 11 y media de la noche, y le dijo: qué pena mi general, usted no ha sido designado comandante general. Tamayo se había resignado a eso pues “si esa era la voluntad de Dios, como en todas las cosas, la asumo con humildad”. Entonces "El Cifu" "se rió y le dijo: es broma mi comandante general" y le pidió que espere la llamada el doctor Alexis Mera, secretario Nacional Jurídico, porque él quería hablar con él para darle directamente la noticia. A las dos de la mañana del 1 de octubre, Alexis Cifuentes recibió una llamada: aló doctor, sí doctor, y pasó el teléfono a Tamayo. No era Alexis Mera, sino, como dijo el general Tamayo en su versión ante la Fiscalía “hoy día sé que es el doctor cuyo nombre no recuerdo, pero es esposo de la señora Karina Argüello, viceministra de Seguridad Ciudadana”. El esposo de la funcionaria es Vicente Peralta, subsecretario nacional Jurídico de la Presidencia. “Este doctor me dijo: le felicito señor general Fausto Tamayo Cevallos, porque este instante acaba de firmar el decreto ejecutivo el señor presidente, economista Rafael Correa, designándole comandante general de la Policía Nacional”. Los dos tenientes lo abrazaron emocionados.
Al otro día, Tamayo fue a presentarse al Ministro del Interior. Aquí, la defensa se hace algunas preguntas. ¿Esa es la forma de designar un comandante general de Policía? ¿Por qué le es comunicada la noticia de modo tan informal, no por parte del ministro responsable de la Policía, sino de un funcionario de tercer orden? Es por esto que la defensa pidió al fiscal que este funcionario sea llamado a declarar. ¿Fue por eso que uno de los abogados de la defensa recibió una llamada de la Presidencia, diciéndole que estaba en la mira de la Secretaría de Inteligencia? ¿Fue una amenaza?
Por qué cae el general Tamayo
Esta organización que traficaba con pases al interior de la Policía Nacional no pudo haber operado sola, sin la anuencia de un poder político, dice el ex constituyente Fernando Balda, al inicio de un video donde muestra los testimonios de dos policías, el cabo segundo Freddy Revelo Bermeo, y el policía Dany Alexis Herrera Mamarandi. Estaban dispuestos a entregarse, anunciaron en esos videos, si la Fiscalía ecuatoriana les otorgaba las garantías necesarias. Finalmente se entregaron en Colombia y de ahí fueron embarcados al Ecuador.
Balda, militante de Sociedad Patriótica, un abierto crítico y constante acusador de presuntas irregularidades del Ministro del Interior, José Serrano, es quien entrevista a estos policías. La primera pregunta que hace a Revelo es quién daba las disposiciones para esta situación ilegal:
Revelo dice “cuando yo pertenecía a este grupo ahí me supo decir el capitán Luis Carrera que quien había dispuesto esta situación y quien había dado la orden, se puede decir, esto se estaba dando con la venia del señor ministro del Interior José Serrano. Incluso tuvimos una reunión donde él nos dijo al grupo que esa era disposición del señor ministro". El grupo es un equipo especial conformado en el Ministerio del Interior, que se dio en llamar Los intocables.
"La venta de pases vino con la venia o a través del señor capitán Carrera, del señor ministro del interior, quien a su vez tenía una relación muy íntima, se podría decir, con el señor teniente Alexis Cifuentes, y esa disposición nos dieron a nosotros, diciendo que necesitaban dinero para el financiamiento de los buses que venían con la gente de las marchas a favor del gobierno. De igual manera, que necesitaban financiar un dinero que era para la compra de sánduches y colas para la gente que tenía que venir a marchar a favor del gobierno, y que ese dinero tenía que ser financiado de los pases. Nosotros lo tomamos como una disposición de Estado porque venía directamente del señor ministro Serrano y que de esto también conocía el señor Presidente. Eso nos dijo el capitán Carrera.
"Dentro de este caso, es válido y meritorio hacer pública esta situación; de que para que se puedan efectivizar los pases después de haberse efectuado un análisis en la Dirección General de Personal, estos van a una comisión que preside el señor viceministro Diego Fuentes. Eso quiere decir que todos estos pases estaban dados con la venia de un poder político. Él tenía conocimiento".
Revelo pidió al fiscal general, en nombre de su esposa, su madre y sus hijos, que primer quería salvaguardar su vida, porque ha sido amenazado de muerte, dijo. Acusó al capitán Luis Carrera, quien le habría exigido no revelar esa información, y el teniente Paredes, un oficial que trabaja con la fiscal Tania Moreno. "Quiero que se haga pública la verdad, dijo. Yo quiero colaborar, no quiero quedar como un prófugo. Tomando en cuenta que todo el tiempo recibí disposiciones tanto de la Dirección General de Inteligencia como del señor Ministro del Interior, a través del capitán Luis Carrera y del teniente Alexis Cifuentes".
"Pienso que el gobierno le está tapando a él. Eso porque él sabe de los seguimientos ilegales y vigilancias y cómo utiliza las unidades especiales a su gusto y contento, justamente para quedar bien con el señor presidente".
"En primera instancia la Fiscalía ofició a la Comandancia General de la Policía, que se emitan los videos de circuito cerrado de la Dirección General de Personal. Eso porque ahí se pueden apreciar las personas que llegaban con los listados. Entre esas personas está el señor teniente coronel Francisco Saavedra, a quien ya se lo nombra en la indagación, pero no sé por qué la Fiscalía no lo llama a rendir versión. Por qué el coronel Yaldrin menciona al capitán Carrera, al señor Hidalgo y les detienen. Nombra al teniente coronel Saavedra pero no lo detienen. Pienso que el gobierno le está tapando a él. Eso porque él sabe de los seguimientos ilegales y vigilancias y cómo utiliza las unidades especiales a su gusto y contento, justamente para quedar bien con el señor presidente, a través del señor Rommy Vallejo. Nosotros exigimos que todo salga a la luz".
Del testimonio de Danny Herrera Mamaranti
Así era el modus operandi, según Herrera Mamaranti: "Se entregaba los nombres y apellidos de los pases al señor capitán Luis Carrera, que ese entonces era ayudante del señor comandante Fausto Tamayo. Esos nombres también se entregaba al teniente Ernesto Montenegro, que también fungía como asesor del señor comandante Tamayo. Él enviaba las listas y se sabía hacer por solicitud mediante la Dirección General de Personal. Quien firmaba directamente era el general encargado de la DGP. Hay dos generales involucrados en esto y no los llaman a proceso. Como es el actual general Mantilla, quien estuvo en ese tiempo de director general de Personal; y el señor general Valarezo, que está actualmente en servicio pasivo. Ellos se encargaban de arreglar toda la situación de pases.
"Por versión del señor capitán Carrera, el dinero se entregaba al teniente Montenegro y este lo entregaba al teniente Cifuentes y al general Tamayo, que por versión de ellos, decían que ese dinero se entregaba al señor ministro del Interior, y otro tanto por ciento decían que se iba al partido de Alianza PAÍS, que supuestamente era para el pagos de buses y sánduches con cola que era para las personas que venían a participar tanto en las sabatinas como en las marchas del régimen".
(Tanto el ministro del Interior, José Serrano, cuando la directora del partido Alianza PAIS; Doriz Soliz, han rechazado esas versiones. Serrano ha dicho que siendo él quien descubrió la red y la desmanteló, es víctima de la venganza de estos policías, a los que calificó de corruptos. Soliz dijo que eso del dinero para financiar en parte las marchas de respaldo al presidente, no era verdad y que los denunciantes deberán probar sus afirmaciones).
"De acuerdo a las declaraciones de mi capitán Carrera, el pase costaba mil dólares, y yo como era su conductor escuchaba que le llegaba mucho.
"No todos los servidores policiales pueden ser dados el pase solo por disposición del señor comandante general, ya que de él no depende mucho. Existe una comisión de pases, por fuera de la DGP, que solo se encargaba de enviar las listas. Esta comisión de pases estaba conformada por el Viceministro, el doctor Diego Fuentes, después seguía el director general de Personal, los generales Valarezo y Mantilla. Como secretario estaba el jefe de pases, el señor coronel Aldrín. Esas cuatro personas se reunían una vez al mes. La función de estas personas era que todos los pases que se enviaba por orden del comandante general, analizaban, firmaban y enviaban. Es decir, por más que quisiera el comandante de la Policía, no podía, porque la comisión le decía este sí o este no. Esta comisión se formó por parte del ministerio del Interior.
De acuerdo a las declaraciones de mi capitán Carrera, el pase costaba mil dólares, y yo como era su conductor escuchaba que le llegaba mucho...
"Cuando nos reuníamos los siete policías que éramos del grupo Los Intocables, al mando del capitán Luis Carrera, sacamos una información. Incluso estuvo cuando un vehículo SZ le cruzó y nos fueron amenazando con armas y nos dijeron que cuidado con hacer saber lo que sabemos, porque ahí íbamos a tener problemas. El vehículo era sin placas, y no sabíamos quien era. De lo que tengo conocimiento, existían las dos líneas y la una quería el poder de la otra línea. La una línea están la gente del Ministerio del Interior, que daba parte al señor ministro, son todos los que están procesados ahora. Del otro lado, los que dan parte al subsecretario de Inteligencia y jefe de la Senain.
"Los Intocables nos llamábamos porque nos protegía el poder. Nosotros pertenecíamos a la Dieccion Nacional de la Policía Judicial, Unidad de Delitos Aduaneros y Tributarios. Respondíamos a mi comandante general; no prestábamos servicios en nuestras unidades, era un pase fantasma. Ahí tuvimos el nombre de Los Intocables, porque nadie decía nada de lo que no íbamos a nuestro trabajo en las unidades. Nos protegía el señor teniente Cifuentes, y también el comandante general Fausto Tamayo".
Fuentes policiales consutadas por este medio señalaron que la presencia de grupos como Los Intocables o grupos de inteligencia dentro del Ministerio del Interior o de la Comandancia de Policía son absolutamente irregulares. La ley regula las actividades de inteligencia y contrainteligencia, y las acciones de seguimiento interno dentro de la institución. Para las dos primeras está la Dirección General de Inteligencia, para la segunda está la Inspectoría General.
Próxima entrega: El gran poder de un teniente de Policía y de Los Intocables. Se cobraba también por el ingreso a la Escuela de Policía. El testimonio completo del teniente Montenegro.
[RELA CIONA DAS]




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