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María Amelia Espinosa Cordero

Abogada con experiencia en políticas públicas y sociales, cofundadora y directora general de Fundación IR, "Iniciativas para la Reinserción"

14/02/2022
El juego del calamar
Aprenderán quién manda, y sabrán que sus captores pueden ser hoy sus mejores aliados, y mañana sus peores enemigos. Discernirán entre agentes y estructuras. Conocerán, a flor de piel, cómo opera la ley del más fuerte. Cómo agoniza el más débil.
27/10/2021
Perdón
Me cago en su récord, amigues. En tanto prevalezca nuestro superego y no la realidad exterior, los pobres, los trapicheros y los muertos se convertirán en pan de cada día. Nos congraciaremos con la violencia y aprenderemos a vivir en ella.
05/06/2021
Ahora que ha pasado la vorágine
Contrariamente a lo que pregonan las masas sabias del FB, el TW y el Tik Tok —escenarios de la hegemonía globalizadora—, las condenas penales y su deficientísima ejecución llevan consigo daños colaterales incontables.
28/04/2021
Hasta en las mejores familias
Esto no es cuestión de fe. La mínima reparación que merecen las víctimas de delitos sexuales es poder sanar —sea lo que quiera que su sanación implique—. La penalización de la terminación del embarazo debe ser abortada de nuestra legislación.
19/04/2021
Presidente, no se vaya sin dejar huella
En su despacho reposa un pedido de indulto. Dos mil novecientas personas privadas de libertad han sido preseleccionadas cumpliendo el escrutinio de no alarmar al rico, al indolente, al que va a las manifestaciones por Facebook.
09/04/2021
«Reciprocar»
Al ponderar el derecho del Estado a encerrarla-anularla por un año más, con su derecho a ejercer un rol vital en la sociedad —amamantar, sostener, contener a sus hijos [papel que además encanta al machismo]—, hay una desnaturalización de la justicia que abruma.
31/03/2021
A propósito de los 79 muertos que nadie llora
No, señores: celebrar que los presos se maten entre sí, entre cuatro paredes que impiden ver y discernir las estructuras y modelos que los llevan a ejercer tales niveles de violencia es ser cómplices; y el cómplice —en cualquier sistema penal— también es culpable.