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La impudicia se toma el Estado
Consuelo Albornoz Tinajero
Ángelo y "los nosotros"
Mientras Ángelo termina de sellar la cocina de leña y me entero que en ese día "ha hecho" unos 50 dólares, trabajando muy duro, pienso en la orden de un juez que decidió que el ex vicepresidente Jorge Glas, condenado por corrupción, tiene derecho a recibir, con retroactivo, su pensión vitalicia cercana a los 5000 dólares mensuales, esto es más de 120 mil dólares.
Señores opositores: ¿y después de Lasso, qué?
De tumbar al presidente Lasso, no se sabe qué harán correístas, socialcristianos para mejorar la seguridad, disminuir el desempleo, apoyar a los militares y policías, activar la economía... Ni una palabra de un plan para combatir al narcotráfico, para intentar acabarlo.
Legítima defensa
Fernando López Milán
¿Cómo las élites capturan y corrompen la seguridad?
Luis Córdova-Alarcón
El desmembramiento territorial del Ecuador
Juan Cuvi
La “torpeza” no es casualidad
Alfredo Espinosa Rodríguez
La Comunicación en juicio por malos gobiernos

Desde opiniones antojadizas se dice que la comunicación ya no sirve porque la tecnología avanza. Que la comunicación, los periodistas y los medios quedaron para la antigüedad. Y ante esa pobre visión hay que aclarar ciertos puntos. Si la tecnología avanza entonces debemos prepararnos en cómo utilizar bien sus herramientas. Que los medios y periodistas no mueren, sino que se trasladan a otras plataformas. Otros dirán que en las empresas ya no se utiliza comunicación sino marketing.

Legítima (indiferencia)
Liberar el porte de armas es solo una medida que pretende reposicionar la imagen del presidente y en ninguna forma constituye una decisión responsable o sesuda. Solo tiene un objetivo y es otorgarles a las élites el derecho a su legítima indiferencia.

¡Súbele 4 bloques más! ¡Aumentemos un guardia más! ¡Compremos una pistola! Son frases que han acompañado la conversación de las familias ecuatorianas de las clases altas a propósito de la crisis de seguridad que embarga al país.
Por más que suene absurdo, estas medidas simples, pero aparentemente prácticas, desnudan de cuerpo entero lo que somos como país. Paradójicamente, las élites ecuatorianas han venido resolviendo el problema de seguridad, empeorándola.

Rostros de la violencia
La guerra por la seguridad clama por líderes que demuestren ser los más feroces, que no retrocedan ante los riesgos y que salven la paz a cualquier costo.

El debate sobre el éxito (¿?) de la guerra de Nayib Bukele contra las pandillas delincuenciales en El Salvador, remite a conceptos fundamentales de la ciencia política. Bajo un régimen de excepción se han producido 66.200 detenciones lo que ha dado como resultado un descenso de la cifra de homicidios en ese país. Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha tachado esa cifra de “falso positivo”. Según Petro su costo es una “destrucción democrática”.

Extorsión, "vigilantismo" y privatización de la seguridad
La protección ciudadana es una tarea vertebradora de toda comunidad política; es un bien público sine qua non. En teoría, el Estado debe garantizarla y para eso necesita el monopolio del uso de la fuerza. En la práctica, no siempre ocurre así, porque el Estado carece de capacidades infraestructurales para lograrlo. Sin servicios básicos ni bienes públicos como la protección ciudadana, no hay soberanía posible. La legitimidad del Estado nace de ahí y la lealtad del ciudadano también.

La flexibilización de la tenencia y porte de armas en Ecuador levantó más críticas que aplausos. Pero no se trata de un dislate. Al contrario, esta decisión encaja con la expansión territorial de la extorsión y la emergencia del vigilantismo. La razón es simple: la flexibilización de la tenencia y porte de armas contribuye a la privatización de la seguridad.

No toda la culpa es de la comunicación
Sin una gestión de Gobierno eficiente, es decir, orientada a resultados, basada en un plan estratégico, con roles y responsabilidades claras, resulta muy complicado lograr una comunicación estratégica. Consecuencia de aquello, la Secretaría de Comunicación se ha mantenido como un ente bomberil: dedicada básicamente a apagar incendios.

La comunicación de gobierno del presidente Guillermo Lasso ha estado muy lejos de ser ese caso de estudio exitoso, de esos que uno añora diseccionar sin prisa en un aula de clase.
En gran medida, porque se la ha entendido casi exclusivamente desde el campo de la publicidad. Es decir, como un producto más que debe promocionarse para vender al granel.

Los dioses, diosas y titanes de la política
En los próximos días tendrán mucho peso los más de 140.000 dólares en salarios y prebendas, que perderían los actuales legisladores en los próximos dos años, si se arriesgan a que les caiga del cielo la destitución por la muerte cruzada.

El país está muy pendiente de la continuidad del presidente Guillermo Lasso en el poder. Si él y su Gobierno puede sucumbir ante la oposición implacable, con aires de odio y revancha, que busca cobrarle el haber interrumpido un pacto en el que se repartían el poder. Pero también las mafias a las que les han tocado los ingresos. 
Todos se preguntan si se romperá. O lanzará el rayo: la muerte cruzada que ya les asusta a los legisladores y a un puñado de abogados iluminados. 

Otra vez las universidades
Asumir un papel político de segunda categoría, es lo que han vuelto a hacer las universidades ecuatorianas, que se manifestaron públicamente en contra del último decreto presidencial sobre la tenencia y el porte de armas.

Otra vez las universidades confundiendo los papeles. Otra vez dando muestras de que no saben con claridad cuál es su función en la sociedad. Otra vez actuando como movimientos políticos. Otra vez censurando a quienes no comparten la posición institucional.

La renuncia de Lasso no deja de ser una opción
Si Guillermo Lasso renuncia a su cargo, podría pasar a la historia como una persona sensata. Al menos eso, porque sus aspiraciones de llegar a ser un buen estadista quedaron empeñadas desde hace tiempo.

La compra de votos en la Asamblea Nacional es solamente el aperitivo de los graves conflictos que pueden desencadenarse si el Gobierno no logra virar la votación y evitar la destitución del presidente de la República.

El bloque de poder
La propuesta de Poulantzas ya no funciona en esta sociedad líquida donde los principios ideológicos se negocian y son maleables de acuerdo a los intereses personales o corporativos.

Para el sociólogo griego francés, Nicos Poulantzas, dentro de la estructura del Estado hay un bloque de poder, dentro del cual la clase dominante actúa de manera coordinada y solventa sus contradicciones internas. Hay también un bloque popular donde se ubican las fuerzas sociales en situación de explotación. Este último, en una dimensión amplia, como nos dice Fabián Sái, aparece como un cuerpo desorganizado por la técnica y el liberalismo. El bloque popular sería ese concepto (o esa entelequia, Borges dixit) llamada “el pueblo”.

Enemy
Aléjate de los partidarios, de las ideologías y sus radicales, encuentra tu bondad, se grato con la vida, ayuda a otros y la violencia terminará.

“Cuida de tí mismo”. Así comienza la canción de Imagine Dragons, tema de la serie Arcane que se emite por Netflix, basada en el popular video juego League of Legends.
Estoy buscando contemplar las historias que se cuentan
Cuando estoy de espaldas al mundo que sonreía cuando me giré
Te dicen: Eres el mejor
Pero una vez que te das la vuelta, nos odian.

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