Back to top
  
Extorsión, "vigilantismo" y privatización de la seguridad
Luis Córdova-Alarcón
No toda la culpa es de la comunicación
Sin una gestión de Gobierno eficiente, es decir, orientada a resultados, basada en un plan estratégico, con roles y responsabilidades claras, resulta muy complicado lograr una comunicación estratégica. Consecuencia de aquello, la Secretaría de Comunicación se ha mantenido como un ente bomberil: dedicada básicamente a apagar incendios.
Los dioses, diosas y titanes de la política
En los próximos días tendrán mucho peso los más de 140.000 dólares en salarios y prebendas, que perderían los actuales legisladores en los próximos dos años, si se arriesgan a que les caiga del cielo la destitución por la muerte cruzada.
Otra vez las universidades
Fernando López Milán
La renuncia de Lasso no deja de ser una opción
Juan Cuvi
El bloque de poder
Alexis Oviedo
Enemy
Gonzalo Ordóñez
Qué quieren los golpistas
Es preciso que el país entero reciba, urgentemente, un baño de democracia. No es ni ético ni democrático que estos grupos, escondidos tras el movimiento indígena, pretendan desbaratar los ordenamientos éticos y políticos del país.

Se sospechaba que, desde el primer día de su gobierno, el presidente Lasso tendría que enfrentarse a grupos sostenidos en un férreo esfuerzo destinado a derrocarlo de manera constitucional. 
Eligieron, ya no el burdo golpe de golpe de Estado apoyado en los militares. Se fueron por el camino de la ley y hasta de la misma democracia: declararlo incompetente para gobernar: incapacidad personal para ejercerla presidencia de la república.

De vuelta a los utópicos
Es conocido en el tiempo que detrás de esas gruesas paredes de Carondelet, especialmente los comensales de palacio, se esmeran en crear escenarios irreales, propios de una república de los utópicos, a fin de no incomodar a su superior.

La democracia representativa está en crisis. Basta mirar los pálidos resultados alcanzados por este sistema político en América Latina para entender la gran desilusión que existe en la población, lo cual se expresa –con preocupación- en un menor grado de apoyo y satisfacción con este régimen, como resultado de su deficiente desempeño que hace que los beneficiarios de las decisiones y políticas públicas que se adoptan desde la esfera de poder no necesariamente sean las grandes mayorías sino los grupos más influyentes.

Evitar el golpe
¿Cuánta infiltración de las instituciones de la seguridad pública, interna y externa, se necesita para develar los secretos inconfesables de las cúpulas, pero también para poner en vilo la democracia? Solo se necesita un país fracturado, enfrentado y desmoralizado para batir el caldo de cultivo en donde se cuece los ingredientes de un golpe de estado.

Un conjunto de audios filtrados a la prensa reveló que algunos altos mandos de la Policía Nacional del Ecuador estaban involucrados en actos de deslealtad institucional. Si se trata de operaciones altamente técnicas ¿Quién las ejecuta? ¿Quién espió y luego filtró esta información? Una persona presuntamente vinculada al Gobierno nacional fue asesinada y el primero en dar la voz de alerta es un antiguo ministro, no la Policía.

¿Nos merecemos la democracia?
En Ecuador, se ha pervertido el sentido de la democracia hasta el punto de haberla convertido en sedición o dictadura. Y nosotros, los ecuatorianos, nos la pasamos yendo del un extremo al otro. En buena parte de los países donde se ha instaurado, la democracia ha sido un factor de desarrollo, de progreso, en el nuestro, en cambio, de conflicto y estancamiento.

¿Es el régimen democrático adecuado a todas las sociedades y circunstancias? ¿No es la democracia, en ciertas condiciones, su propia sepulturera? ¿No es el principio democrático —el de la mayoría— el que permite a los políticos ecuatorianos desestabilizar permanentemente al país? ¿No fue gracias a este principio que, en la última consulta popular, los ciudadanos, que ahora claman por seguridad, le negaron al Estado los recursos para conseguirla?

La manipulación de las herramientas constitucionales
Las mayorías no son solamente las que eligen las autoridades políticas de un país. También ejercen el derecho a vigilar la gestión tanto del gobierno como de sus representantes, como colegisladores y cogobernantes.

¿Hasta dónde llega la responsabilidad de un gobernante sobre la gestión a su cargo? Una herramienta constitucional es el juicio político para examinar la responsabilidad de un presidente en el ejercicio de sus funciones. En el momento en que tal herramienta se utiliza para plantear la destitución del presidente de la República el objetivo de evaluar su gestión pasa a segundo plano.  

Monumentos
Se pueden dar por bien servidos La Posta, la CONAIE, las y los activistas, las y los constitucionalistas. Tal vez, en el incendio que ya anuncia el correísmo, tengan su propio monumento.

La Corte Constitucional emitió su dictamen admitiendo el juicio político al presidente Guillermo Lasso, a realizarse por parte de la Asamblea Nacional en los próximos 45 días.
“Nos dijeron de todo, quisieron desprestigiar nuestro trabajo, nos insultaron en sus medios lamedores, nos acosaron, pero un equipo de jóvenes periodistas llevan al banquillo al hombre más poderoso del país con el único instrumento de la verdad y un par (de huevos)”, dice Luis Vivanco, de La Posta. Vanidad: “nosotros lo hicimos”.

Escenarios
La compra de votos y el reparto serán la tónica. Pero si la respuesta es negativa, Lasso no tiene ninguna posibilidad de sobrevivir.

El dictamen de la Corte Constitucional a propósito del juicio político al presidente Lasso no estuvo exento de sorpresas. Nadie imaginó que los magistrados fragmentarían su decisión final, al extremo de reducir las causales únicamente a la figura de peculado. Haberlo hecho de esta manera solo contribuye a incrementar la percepción de que la petición presentada por la Asamblea Nacional siempre adoleció de graves falencias. No obstante, el proceso continúa, básicamente porque una parte de la demanda se ajusta a las normas constitucionales.

Alausí: huérfana de vida
Ecuador parece pasar por karmas, el peor de todos: malos gobiernos. Este karma es peor que los terremotos, deslaves, inundaciones y otros desastres naturales.

A seis días, el último registro es de 17 fallecidos y alrededor de 70 desaparecidos en Alausí. Fue una felicidad cuando el resto de ecuatorianos miramos que rescataron a una persona con vida entre el lodo. Pero el resto de la realidad es un desastre. Antes donde había casas, sembríos, carretera, ahora todo es tierra y hay personas desaparecidas debajo de ella. Familias enteras en un abrir y cerrar de ojos ya no están.

Zoología política
El mundo, y la Zorra es muy consciente de eso, está lleno de cuervos que se creen cantantes y que, desquiciados por esa creencia, se encuentran siempre dispuestos a abrir el pico —en el que sostienen el pedazo de queso de su almuerzo— para demostrar las dotes de las que carecen.

“En América Latina, en los países dominados o asediados por el progresismo, los límites entre el crimen y la política se han borrado. La reciente fuga de la embajada argentina en Quito de la prófuga de la justicia ecuatoriana, María de los Ángeles Duarte, se dio gracias a la participación activa de los gobiernos de Argentina y Venezuela.

Alexa, el amor y la política
El político que disfruta de la adrenalina del espectáculo y el privilegio se queda ciego, no puede mirar la tristeza en los rostros de los migrantes, el vacío de futuro guardado en las pequeñas mochilas de sus hijos.

Alexa, quiero escuchar Provenza de Karol G.
—Escuchando Provenza de Karol G.
Alguien me dijo:
—Me gusta la canción, pero los acordes se repiten, mi cerebro reclama algo más complejo, el violín y el chelo pueden lograrlo. Brahms, mi compositor favorito, por ejemplo.

Páginas