Ilustración Referencial
“Más producción” le dijo el ecuatoriano Esteban Merlo, radicado en Miami, a uno de sus colaboradores, Luis Maldonado, en relación al interés de entregar más “negocios” de Seguros Sucre a una empresa reaseguradora británica. Esa conversación, de 2016, es parte de los mensajes y correos que los fiscales norteamericanos hallaron en la trama de sobornos y lavado de dinero que involucra a la empresa estatal de seguros, otros ecuatorianos y empresas intermediarias.
Los nuevos hallazgos salen de la última acusación que hiciera EEUU contra Merlo, Maldonado y Cristian Pintado, también ecuatorianos. Estos dos últimos están prófugos de la justicia norteamericana. El documento completo se hizo público la semana pasada y detalla las comunicaciones y, sobre todo, las transacciones que establecen la ruta del dinero.
El propósito de la conspiración, dice la acusación formal, era el enriquecimiento ilícito de los acusados y sus cómplices mediante el soborno de funcionarios ecuatorianos para obtener y retener negocios de Seguros Sucre y Rocafuerte. Su intención era ocultar los pagos de los sobornos, las ganancias y los fondos relacionados con el esquema corrupto.
Los implicados
Esteban Eduardo Merlo Hidalgo tiene doble nacionalidad, ecuatoriana y estadounidense. Reside en Miami y, según la acusación, operaba y controlaba una compañía intermediaria, registrada en Panamá y Ecuador. De los tres acusados, es el único que fue detenido. El 19 de julio, compareció ante la Corte del Distrito Sur de Florida donde obtuvo una fianza por USD 1,5 millones, de los cuales canceló el 10% (USD 150.000), ese mismo día. Su abogado es Howard Srebnick, el mismo de Carlos Polít. También Alexander J. Kramer, abogado del Departamento de Justicia de EEUU, que litiga el caso del excontralor, estará a cargo de este proceso.
En Ecuador, Merlo no figura como accionista de ninguna empresa, pero sí ha declarado impuestos. El año que más pagó fue en 2011: USD 71.014 en total. En los siguientes años declaró entre USD 66.000 y USD 14000 hasta el 2020. En 2021, el pago cayó a USD 4.523. Tenía un RUC de actividades de servicios diversos que ahora está suspendido. La dirección de ese RUC apunta a un establecimiento que coincide con la dirección de una corredora de seguros en el norte de Quito.
Luis Lenin Maldonado Matute es un ecuatoriano residente en Costa Rica que actuó como agente de Merlo. En Ecuador, fue presidente de la compañía intermediaria de Reaseguros Royalty Re S.A. entre 2015 y 2016. El 2011, Royalty fue disuelta. Antes fue accionista de Synergy-Re S.A., también dedicada a la intermediación de seguros y actualmente activa. Es accionista actual en Corporación Favorita.
Cristian Patricio Pintado García también tiene doble nacionalidad, ecuatoriano e italiano, que reside en Costa Rica. Fue gerente de una compañía intermediaria. Fue agente de Merlo. En Ecuador, fue el accionista mayoritario en Royalty. Según el documento de la acusación, Pintado además fue el representante legal de una empresa domiciliada en Uruguay que tenía una cuenta en Panamá, observada por los investigadores.
En la acusación también aparece el nombre de Juan Ribas Domenech, ecuatoriano y expresidente de Seguros Sucre y Rocafuerte. En la acusación se lo describe como un funcionario del poder ejecutivo de alto rango en el gobierno de Rafael Correa. Ribas fue sentenciado a 51 meses de prisión en marzo de 2021 por lavado de dinero y sobornos.
Acusación formal contra Merlo, Maldonado y Pintado. Ver PFD
Otro citado es el ecuatoriano estadounidense Fernando Martínez Gómez, quien trabajó entre 2009 y 2016 como intermediario financiero para el Grupo Biscayne Capital, acusada en EEUU por ser una red de inversiones fraudulentas en bienes raíces por la que han sido procesados otros ecuatorianos. Fue procesado por lavado de activos en Nueva York. El 24 de marzo de 2022 se declaró culpable. Los fiscales le imputaron haber lavado coimas de Seguros Sucre.
En la acusación se nombran a tres exfuncionarios ecuatorianos de Seguros Sucre que laboraron en esa entidad, en distintos periodos, entre 2013 y 2019. Finalmente, entre los involucrados están dos empresas de reaseguros o bróker, con sede en Reino Unido, y un ejecutivo de una de ellas. Sus nombres como los de los tres exfuncionarios de Seguros Sucre se mantienen en reserva. Pero gracias a otras investigaciones se conoce que las firmas británicas JLT y IHG pagaron sobornos a Ribas.
El esquema de los sobornos
En Florida, Merlo, Maldonado y Pintado ofrecieron pagar sobornos a Ribas y a los tres funcionarios ecuatorianos de Seguros Sucre mencionados para garantizar la adjudicación de negocios a las dos empresas reaseguradoras con sede en Reino Unido, a través de la compañía intermediaria de Merlo. Aunque en la acusación no está el nombre de esta empresa, Ribas confesó que recibió sobornos de Royalty RE, según informó diario El Universo.
Para ello, Merlo y Ribas, y otros, acordaron en persona y por otros medios la forma en la que se pagarían los sobornos. Merlo, junto a Maldonado y Pintado utilizaron la compañía intermediaria y cuentas bancarias controladas por los tres en EEUU, Suiza, Panamá y otros lugares para mover los sobornos.
La investigación determinó que las dos empresas reaseguradoras de Reino Unido contrataron a Maldonado y Pintado, a través de la intermediaria de Merlo, para obtener negocios de Seguros Sucre y Rocafuerte. Esa empresa “fue compensada” con una parte de la comisión que resultó del negocio obtenido por ambos brokers extranjeros.
Entre las evidencias que tienen los fiscales norteamericanos están correos electrónicos sobre cómo iban a repartirse las comisiones por los negocios con los seguros estatales ecuatorianos.
El 5 de diciembre de 2013, Maldonado y Pintado enviaron un correo electrónico a un empleado de una de las reaseguradoras de Reino Unido sobre las comisiones para ciertos negocios con Seguros Rocafuerte. Proponían dividir un 25% para cada una de las dos reaseguradoras y 50% restante a “Ecuador”.
El 2 de enero de 2014, Pintado con copia a Maldonado responde a otro correo de la reaseguradora que pedía una división diferente de las comisiones. Por lo que Pintado insistió en la oferta inicial: “Solo quiero mencionar y recordar el compromiso que tenemos de cumplir con la gente local que nos ha dado la oportunidad de conseguir estos negocios públicos (costos de adquisición local), por lo que es necesario mantener los porcentajes de comisión pactados, (50% para Ecuador y 50% para Londres). El incumplimiento de nuestros compromisos con la población local, podría [sic] tener el problema de perder la cuenta y no tener nuevas oportunidades para nuevos negocios públicos... Con solo el 25% [Empresa intermediaria] no puede pagar el costo local de adquisición”.
En otro correo con copia a Pintado, del 14 de enero de 2014, Maldonado informó nuevamente al empleado de la reaseguradora que una parte de la comisión se pagaría a “personas locales implicadas comercial y políticamente en la consecución de este negocio”, y agregó: “más explícito no puedo ser”.
La ruta de las millonarias coimas
Merlo, dice el documento, ordenó a Maldonado y Pintado pagar sobornos a Ribas y a otros funcionarios de Seguros Sucre a cambio de dirigir negocios a través de la empresa intermediaria a las dos reaseguradoras de Reino Unido. Estos pagos a menudo se hacían desde cuentas en Panamá a cuentas en la Florida y otros lugares de EEUU.
Los investigadores norteamericanos registraron tres pagos desde las dos reaseguradoras del Reino Unido por un total de USD 2,1 millones a la empresa intermediaria de Panamá que operaban Merlo, Pintado y Maldonado, entre marzo y diciembre de 2017.
Las transferencias se dieron un año después de una cita entre Merlo y un ejecutivo de una de las firmas de reaseguros, el 5 de abril de 2016, en la Florida. Un día después de ese encuentro, Merlo escribió por Whatsapp a Maldonado para dar a esa reaseguradora “más producción” y le pidió que “le aconseje sobre cualquier negocio nuevo” para que Ribas se lo entregue a esa compañía británica.
Pero el esquema de sobornos empezó en 2014 y duró hasta 2018. El primer pago que registra la acusación se realizó el 12 de marzo de 2014. Pintado fue el encargado de ejecutar las transacciones. En esa fecha hizo que se realizara una transferencia electrónica desde una cuenta a su nombre, en la Florida, por USD 52.540 a otra cuenta también en la Florida para beneficio de Ribas.
2,1 millones de dólares se habrían usado en el esquema de sobornos para que dos firmas británicas se beneficien de negocios con seguros sucre, a través de ecuatorianos que actuaron como intermediarios.
Sin embargo, para las siguientes transacciones dejó de usar su cuenta personal. Utilizó la de la empresa intermediaria en Panamá. Desde allí, Ribas recibió tres pagos más, entre 2014 y 2016. En total, en esos años, al expresidente de Seguros Sucre le llegó una suma total de USD 382.528 a sus cuentas de Florida y Suiza.
Para este último destino, el dinero pasó de Panamá a un banco corresponsal en EEUU -una institución financiera que presta servicios a otra, normalmente en otro país- y de ahí hasta una cuenta en Suiza a nombre de una empresa de Ribas. Existe un correo de Fernando Martínez Gómez, intermediario financiero de Ribas, para Merlo con la información de la cuenta bancaria de Ribas en Suiza.
También dos exfuncionarios de Seguros Sucre, identificados con los números 2 y 3, recibieron dinero. La intermediaria de Panamá envió USD 109.986 al exfuncionario 2 y USD 50.000 al exfuncionario 3.
Merlo, Pintado y Maldonado, que actuaron en la trama como intermediarios, también se transfirieron grandes sumas de dinero. Desde Panamá, Merlo recibió USD 266.065 en sus cuentas de Florida y España; Maldonado, USD 50.000 en su cuenta en Florida; y Pintado, USD 20.000 en su cuenta en la Isla de Man, dependencia autónoma de la Corona británica en el mar de Irlanda. En total, la acusación registra 14 transacciones para el pago de los sobornos.
Además, existen tres transacciones adicionales, por un total de USD 102.044, desde la empresa intermediaria de Panamá para una escuela privada en la Florida donde posiblemente estudiaba una persona relacionada con Merlo.
Un intento para ocultar los sobornos
Los tres ecuatorianos acusados “ocultaron la verdadera naturaleza” de los sobornos y dirigieron esos pagos ilícitos a compañías ficticias en beneficio de funcionarios ecuatorianos, explica la acusación.
Merlo, por ejemplo, usó contratos falsos que describían servicios que no fueron proporcionados. Esto consta en un correo, de octubre de 2015, que Merlo envió a Martínez -asesor de Ribas- con un modelo de contrato para justificar supuestas inversiones que se realizarían en la empresa de Ribas. Veinte días después, Martínez envió el contrato firmado entre la compañía intermediaria y la empresa de Ribas.
Otros correos revelan más detalles de la relación entre los implicados. Por ejemplo, en 2016, Maldonado pidió a la reaseguradora de Reino Unido la compra de boletos para el torneo de Wimbledon para “el socio mayoritario de nuestro grupo” que reside en Miami.
[RELA CIONA DAS]
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