“Ya son más de 400 víctimas mortales que han sido retiradas de sus hogares hasta esta hora del día lunes”, informó el concejal de Guayaquil, Andrés Gushmer. Su tuit apareció a las 12:08 de ayer y no precisó el periodo: 24 horas, 48 horas, durante toda la semana…

Las dudas sobre las cifras de los fallecidos por coronavirus en Ecuador crece aceleradamente. Ni el Gobierno central, ni los gobiernos seccionales, específicamente de Guayas, han dado una certidumbre sobre lo que está pasado. Han dicho, sin embargo, que las muertes que se están registrando en los domicilios pudieran estar relacionadas con el virus.

Desde ayer, 30 de marzo, en la esquina inferior derecha del reporte de las cifras que entrega el COE Nacional apareció una pequeña nota con un asterisco. “*Adicionalmente se registran 67 fallecidos probables por COVID-19 a nivel nacional”, fue el último dato que colocaron en ese informe.

Desde ayer, el reporte del COE Nacional incorporó la cifra de las muertes sospechosas por COVID-19, como una nota en la esquina inferior derecha del documento. 

Julio López, viceministro de Gobernanza del Ministerio de Salud, dijo que en la estadística oficial se resolvió incorporar una nueva categoría: los “muertos probables”. Es decir son aquellos cuyas causas no se han podido verificar porque no se pudo tomar pruebas o los resultados no han sido concluyentes. Hoy, oficialmente, el Ecuador registra 79 muertos por la epidemia, de ellos 52 pertenecen a Guayas.

Plan V, sin embargo, accedió a los datos posiblemente más fiables en esta crisis. Se trata del registro de defunciones diarias de las últimas dos semanas en la provincia del Guayas. Según el detalle que envió el Registro Civil a esta redacción, los datos son reveladores. Entre el 17 y 22 de marzo pasado, hubo entre 22 hasta 71 muertes en esos seis días. Después el salto es significativo: 135 el lunes 23 de marzo; 83, el martes 24; 92, el miércoles 25; 118, el jueves 26; 134, el viernes 27; 80, el sábado 28; y 123, el domingo 29. Estos datos coinciden con las versiones de varios dueños de funerarias que aseguraron a Plan V que la demanda subió desde hace ocho días.

Las cifras de Guayas han engrosado la estadística nacional de registro de defunciones. El 23 de marzo -día en que se registró el mayor pico en Guayas de 135 muertes- a escala nacional hubo 232 fallecidos. Es decir, el 58% correspondió a esta provincia, la más afectada por el COVID-19. Asimismo, de los datos facilitados por el Registro Civil, en marzo de 2019 a escala nacional se registraron 6.196 muertes, mientras que entre el 1 y 29 de marzo de este año, la cifra llegó a 5.043. Eso es 206  y 168 fallecidos a diario, respectivamente, en todo el país.

El Registro Civil aclaró que  la institución solo realiza la inscripción de defunción, la determinación de la causa de muerte corresponde al médico de cabecera, tratante o medicina legal. “Vale señalar que las cifras no corresponden a una sola causa de muerte”.

Mientras el Gobierno maneja con un asterisco la cifras que más importan por ahora, los testimonios de familiares con sus muertos en casa continúan. Por ejemplo, el tuit del concejal Gushmer fue respondido por decenas de personas que pedían ayuda. La voz de un hombre relataba tras la cámara que tuvo que sacar a su fallecido fuera de la casa porque el olor ya era insoportable. Lo dejó en la vereda. El cuerpo estaba en una caja fúnebre cubierto de cartones y telas. Su madre es hipertensa y temía un contagio. Contó que llevaba un día llamando al 911 para que retiren el cuerpo. Los vecinos asustados le pidieron que "no haga la maldad" de dejar botado allí el cuerpo. Pero el hombre les respondió: "la maldad me la han hecho a mí porque no se lo llevan".

Otro usuario reportó el fallecimiento de un hombre el 28 de marzo. Según escribió,  las autoridades le indicaron que retirarán el cuerpo el jueves 2 de abril, es decir cuatro días después del deceso. "El cuerpo sigue en casa ya en proceso de descomposición y no le pusieron formol. Urgente ayudar". El formol ayuda a retardar ese proceso por lo menos tres días. Pero este procedimiento está prohibida en casos con COVID-19 y las funerarias temen dar ese servicio porque no tienen una garantía de que la causa de la muerte sea por otra enfermedad.

"Mi suegra está en la clínica Kennedy Alborada y aunque la Junta de Beneficencia cobró por retirarla el día de ayer (domingo), hasta hoy no aparecen y lo peor nadie responde teléfonos, ni en las afueras de sus oficinas. Hay decenas de personas sin respuestas y arriesgándose", escribió alarmado otro usuario.

Desde la cuenta @Alejasoto26 se informó el fallecimiento de un abuelo que no era retirado desde hace cuatro días. "Hay niños y personas de la tercera edad expuestos", dijo. "Seguimos esperando que retiren el cuerpo, se ha llamado por repetidas ocasiones al 911 y solo les piden paciencia. No se trata de paciencia se trata de humanidad, son personas conviviendo con un cuerpo en descomposición".

El riesgo de tener un cuerpo en descomposición para otros miembros vulnerables de la familia es alto. La cuenta @majobrionees contó que su vecino, de 48 años, falleció y no han tenido respuesta de las autoridades. "Nos preocupa a todos porque los papás de él son ancianos y no pueden con la carga". La víctima tuvo un paro respiratorio.

Los mensajes de los ciudadanos dan cuenta de cuerpos en hogares hasta por cinco días. Además reportan congestión en el 911. Aseguran que a través de esa línea les han dicho que están rebasados y que pongan cal al cuerpo y lo cubran con sábanas. "Llamamos al 911, entregamos datos, indicaron que devolverían la llamada pero no lo hacen, no dieron mayor información y el cuerpo permanece en casa", narró otro vecino desde la ciudadela La Alegría.

En otro comentario se leía : "Su ayuda hay un muerto en Nicolás Augusto Gonzáles, entre la 34 y 35. Lleva 5 días y a la familia le toca pasar en la calle, hay niños. Ayuden a esa familia". Luego otra persona que leyó el tuit envió una fotografía de un cuerpo que estaba en el piso, en una gran maleta negra y cubierto de plástico. Dos ventiladores estaban al fondo quizá para disminuir el olor que emanaba.

En las redes sociales, los vecinos ayudan a informar porque el problema de una familia se ha convertido en la desesperación de todo un barrio. Han reportado que los olores llegan a los departamentos aledaños o a la cuadra más cercana. Se informó que líderes barriales se han puesto en la tarea de buscar auxilio en  varios sectores del Puerto Principal.

Al cemenerio patrimonial de Guayaquil también llegan los restos de fallecidos en ataudes cubiertos de plástico. Foto. El Universo

Otro testigo relató: "Por el Batallón del Suburbio nadie sale. Estamos atemorizados. Esta denuncia la hace un ciudadano (...) Lo tenía que constatar con mis propios ojos. Esto es lo que está ocurriendo en Guayaquil, en Ecuador, no se dan abasto. Nos están mintiendo", decía un joven que difundió un video de un ataúd, tapado con plástico, en la vereda de su barrio.

Ante la falta de servicios funerarios, los familiares cuentan que ellos mismos han hecho cajas. Jorge Wated, presidente del directorio de BanEcuador y jefe de la Fuerza de Tarea Conjunta encargada del levantamiento de los cadáveres, informó esta tarde que el COE Nacional autorizó a las funerarias para que puedan trabajar a toda hora, incluso durante el toque de queda, sin la necesidad de un salvoconducto. Asimismo se ha dispuesto que todos los camposantos laboren hasta las 17:00 para agilizar los procesos de sepultura en Guayaquil.

Wated se ha convertido en el hombre más buscado del Guayas desde que ayer el presidente Lenín Moreno le encargara la tarea de resolver el colapso funerario en esa provincia. Pero en la primera rueda de prensa entregó poca información sobre el entierro de los cuerpos. Dijo que los primeros se hicieron en el cementerio Parque de La Paz  y luego se realizarán en un camposanto hecho por la empresa privada, pero no confirmó el lugar. En días previos se conoció que será en un terreno donado por la Junta de Beneficencia.

Aseguró que el Estado se encargará de retirar y sepultar a los cadáveres en terrenos unipersonales y no en fosas comunes, recalcó. Cuando las familias tengan un espacio o nicho previamente contratado, el Gobierno dará el certificado de defunción respectivo para que las funerarias completen el proceso.  "Se atiende a todo tipo de fallecido. Hay un colapso en la ciudad de Guayaquil", reconoció.

En el noticiero de la tarde de Ecuavisa, Wated esquivó por minutos la pregunta de Tania Tinoco sobre cuántos muertos tenían previsto recoger y de cuánto es el retraso. La periodista insistió en la pregunta y allí el funcionario dijo que aún hay 115 fallecidos que están en casas, entre COVID-19, sospechosos del virus y otras enfermedades. Agregó que los cuerpos están siendo colocados en morgues móviles y luego van al cementerio Parque de la Paz, donde hay espacio para 2.000 personas. También tendrán espacios en el camposanto La Aurora. Hasta el momento 54 personas han sido inhumadas.

La Policía Nacional informó haber levantado 308 cadáveres entre el 23 y 30 de marzo y dijo que 111 cadáveres adicionales estaban en su domicilio esperando a ser recogidos durante este 31 de marzo. En total serían 419 cadáveres en el Puerto Principal.

Cynthia Viteri, alcaldesa de Guayaquil, informó que en coordinación con el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, instalarán tres contenedores para los cadáveres que sean retirados de la ciudad. Un contenedor estará ubicado en el Hospital de Monte Sinaí y los otros dos donde disponga Salud. El proveedor de los contenedores fue el Grupo CitiKold, una empresa dedicada a la industria del transporte marítimo.

Wated quien en un inicio pidió más información a las denuncias que le llegaban por redes sociales, después cambió -casi desesperado- el mensaje: “POR FAVOR!!!! la única forma de poder ayudar es llamando al #911 Ayúdenos a Difundir”.