

Portada: PlanV
Lea aquí la primera parte y la tercer parte
I. El hueco venezolano crece
Uno de los casos denunciados por la revista Vanguardia —en tres ediciones consecutivas en octubre del 2011— fue el de cinco empresas relacionadas entre sí que enviaron mercadería sobrefacturada a Venezuela por USD 10.5 millones. Tras la denuncia, las autoridades admitieron que se trataba de la punta del iceberg, pero la Fiscalía desestimó las acusaciones. Sin embargo la investigación periodística desmontó la resolución del Ministerio Público al comprobar que esa misma red —sobre cuyas actividades los fiscales de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada del Guayas no encontraron nada— había realizado operaciones de exportación a Venezuela, con el sistema SUCRE por USD 137 millones.
Un examen detallado de las listas del Banco Central permitió al periodista Pablo Jaramillo determinar que una de las cinco empresas, algo que la Fiscalía no vio, había realizado exportaciones a Venezuela por USD 33.3 millones desde el 2008 hasta el 2011. Hasta mediados del 2009, demostró la investigación, esa empresa había exportado a Venezuela productos como cobijas, almohadas, edredones y tela acolchada. Pero desde la segunda mitad del 2011 la empresa se dedicó a a exportar únicamente tela de fieltro. La empresa hizo 40 exportaciones de fieltro a Venezuela. La primera transacción fue el 10 de octubre del 2009, cuando fueron enviados 530 kilogramos del textil a un precio declarado de USD 334.407, lo cual equivalía a USD 630 por kilogramo de fieltro. Tela que en el mercado ecuatoriano costaba USD 1,87 el kilo. Y así por el estilo: cada edredón fue vendido a Venezuela a USD 317 la unidad; cada cobija a USD 110 y cada almohada a USD 128. Productos con un costo inmensamente menor en el mercado ecuatoriano: USD 65, USD 14 y USD 11 respectivamente.
Otra empresa de la misma red hizo 72 exportaciones a Venezuela desde el 2009. De todas ellas, 68 fueron de fieltro. A un precio que varió entre USD 42 y USD 537 el kilo. Sus exportaciones fueron de USD 30.6 millones. Y otra empresa, que no estaba en el radar de la Fiscalía del Guayas, hizo 132 exportaciones a Venezuela, el 95% de ellas fueron fieltro a precios que fluctuaron entre USD 90 y USD 805 por kilo. La información estaba en un reporte de exportaciones de Ecuador a Venezuela del propio Servicio Nacional de Aduanas, Senae. El total exportado por esta empresa fue de USD 137 millones. Vanguardia buscó la reacción de las empresas, pero en todas, menos una, sus directivos estaban "de viaje". La que no, pidió mantener su "perfil bajo".
usd 805 el kilo de fieltro fue lo que se llegó a cobrar en las exportaciones de este textil a venezuela, cuando el precio máximo del producto no llegaba entonces a USD 2 el kilo.
Casi todas las exportaciones mencionadas e investigadas por la revista, la cual desapareció en junio del 2013, tuvieron informes de la Unidad de Vigilancia Aduanera. Estos informes pasaron a la Fiscalía, y la UVA exhortó a la Unidad de Análisis Financiero, a la Fiscalía y al SRI a investigar el tema de las exportaciones a Venezuela, pero no hubo respuesta.
II. Alex Saab entra en la jugada
Las exportaciones denunciadas a Venezuela tenía más de tres años de auge, sumaban, de lo que se conocía, más de USD 240 millones y estaban en conocimiento de todas las autoridades de control del gobierno de Rafael Correa. Pero eso no fue obstáculo para que Alex Saab y sus socios empezaran sus operaciones en Ecuador. La empresa Fondo Global de Construcción del Ecuador, Foglocons, se creo el 19 de septiembre del 2012 para la exportación a Venezuela de casas prefabricadas e insumos de construcción para los programas de vivienda popular de la "revolución bolivariana". Sus accionistas principales registrados en el Ecuador fueron el colombiano Álvaro Pulido, con el 60% y el venezolano Luis Eduardo Sánchez Yánez, con el 40%. Este era hermano de Jaime Francisco, quienera parte del círculo de seguridad más cercano de Rafael Correa y "fue asesor d la el ministerio del Interior entre 2012 y 2014", según relata el periodista colombiano Gerardo Reyes, en su libro más reciente Alex Saab, la verdad sobre el empresario que se hizo multimillonario a la sombra de Nicolás Maduro.
Fonglocons recibió el pedido del gobierno venezolano para construir más de 3000 casas prefabricadas. Fondo Global de Construcciones se constituyó en Guayaquil (Ecuador), en 2012, con el mismo nombre de la que Saab creó en Bogotá, en noviembre de 2011. Desde Ecuador supuestamente se exportaron USD 135 millones, pero ninguna de esas casas llegó a Venezuela. En la foto de El Nacional, de Caracas, un programa de vivienda en la ciudad.
Reyes relata en su libro que el 24 de noviembre del 2012, cuando los camiones contratados por el Fondo Global de Construcción del Ecuador para llevar casas prefabricadas por tierra hasta Venezuela, llegaron a la frontera ecuatoriana con Colombia, un operario de la compañía de transporte se percató de que los datos de los documentos de exportación no cuadraban con el contenido de los camiones. Este operario, Sebastián Tobar, reportaría a la Fiscalía que la mercancía no pasaba de 2000 kilos cuando Foglocons había declarado un peso de 16.000 kilos.
El autor del libro menciona otro incidente a mediados del 2013, cuando "funcionarios de cumplimiento de las normas contra el lavado de dinero de varios bancos del Ecuador detectaron una inusitada catarata de depósitos millonarios provenientes de Venezuela para pago de exportaciones". El 11 de julio del 2013 uno de los bancos emitió un reporte de Operaciones Inusuales e Injustificadas que mencionaban al Fondo Global, reporte "con el que arrancaba uno de los mayores escándalos de lavado de dinero" del Ecuador.
El 11 de julio del 2013 un banco ecuatoriano emitió un reporte de Operaciones Inusuales e Injustificadas que mencionaban al Fondo Global, reporte con el que arrancaba uno de los mayores escándalos de lavado de dinero" del Ecuador.
III. El modus operandi
El caso de Ecuador respecto a las operaciones de Saab y Pulido señala que uno de los capítulos de esta operación —el supuesto pago de sobornos a funcionarios venezolanos para que autorizaran las importaciones ficticias (desde Ecuador) a su país— se convirtió en el centro de la acusación federal en Miami contra los dos empresarios por lavado de dinero de la corrupción, dice Gerardo Reyes en su libro.
La teoría del caso de la fiscalía ecuatoriana sobre las operaciones del Fondo Global consistió en demostrar que detrás de las multimillonarias operaciones del Fondo Global de Construcción S.A. "se tejió una compleja red de lavado de dinero mediante exportaciones ficticias masivas desde Ecuador a Venezuela". Los hechos determinados por la Fiscalía señalaron el Fondo Global "había sido contratado en Venezuela por las formas Thermo Group y ELM Import para el suministro de casas prefabricadas y materiales de construcción. El negocio se haría a través del Sistema Unitario de Compensación de Pagos (SUCRE)", según consta en Alex Saab, la verdad...
Un entramado de facturas falsas, sobre facturación y presunto lavado de activos fue lo que la fiscalía y el periodismo de investigación del Ecuador y Venezuela desentrañaron sobre las exportaciones de una empresa que, de lo que se conoce, habría "generado" en estas exportaciones un monto superior a USD 135 millones, pero que lo único real, en la contabilidad del Estado ecuatoriano, dice Reyes, sumaban USD 3,1 millones.
La Fiscalía argumenta que "el montaje de la operación ficticia no hubiera sido posible sin que varias empresas locales (ecuatorianas) se prestaran para emitir facturas de ventas a Foglocons", dice Reyes.
El periodista colombiano resume en su libro las cinco fases de la operación Saab-Pulido:
"1. Las empresas de Venezuela Elm Import y Thermo Group hacen un pedido a Flogocons en Ecuador de 10.760 casas prefabricadas por un total de USD 408.8 millones de dólares.
"2. Con permiso del gobierno venezolano, ambas empresas pagan anticipadamente una parte de la orden, sin haber recibido una sola casa. El pago se hace con créditos que reciben de varias empresas de Venezuela y Panamá.
"3. El dinero enviado por las compañías de Venezuela llega al Banco Central del Ecuador y de ahí es girado a los bancos Amazonas, del Austro, Pacífico y Territorial, a favor de Foglocons.
"4. Una buena parte de los pagos son transferidos al exterior por Foglocon. Algunos de estos pagos llegan a Estados Unidos. Las autoridades solo alcanzan a congelar 56.3 millones.
"5. El Fondo de Construcciones del Ecuador despacha mercancía hacia Venezuela que no corresponde a la descripción de los pedidos originales en cantidades, contenidos y peso".
Y, al igual que en las exportaciones de empresas a Venezuela, que se dieron antes del Fondo Global, lo que se exportaba ficticia o realmente llevaban un sobre precio hasta centenares de veces mayor al costo en el propio mercado ecuatoriano.
Lea en la tercera parte: de cómo los autoridades judiciales ecuatorianas sobreseyeron a los autores de esta operación, acusados por la Fiscalía, y se les devolvió más de USD 50 millones retenidos.
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