Ecuador es considerada una plataforma de envío de droga hacia Centroamérica. Solo en ese contexto -dice una fuente de Inteligencia que pidió mantener su identidad en reserva- puede ser analizado el asesinato de Jorge Luis Zambrano González, alias JL o Rasquiña, que el pasado 28 de diciembre cumplió un año y sigue sin resolverse.

Del país se desprende una telaraña de rutas y pasos para la circulación de la droga por vía terrestre, mar y aire. Primero, su ubicación geográfica es una condicionante: el 64% de las zonas de cultivo de coca se encuentran en la zona fronteriza colombo-ecuatoriana. Según la Policía Antinarcóticos, el 20% de la droga colombiana ingresaría a Ecuador.

Una de esas salidas es por mar. En un mapa que proporcionó la fuente se identifican al menos 12 puntos, los más usados y ubicados a lo largo de la Costa ecuatoriana, para la salida de embarcaciones con los cargamentos ilícitos. Son rutas clandestinas que están cerca a los puertos lícitos ecuatorianos. Uno de esos puntos se dirige hacia Chile y los 11 restantes hacia Centroamérica. Algunos trayectos pasan por Panamá -país del que la droga sigue su destino hacia Europa- y Costa Rica, como las rutas más cortas.

Pero, el resto pasa por el norte y sur de las islas Galápagos, y luego esas rutas llegan hasta México, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. Estos, al ser trayectos más largos, tienen ‘gasolineras’ en el mar o barcos que proveen de combustible a las lanchas rápidas que llevan la droga por mar.

Por tierra, según la Policía existen 24 ramificaciones terrestres que se utilizan como zonas de ingreso de los cargamentos de droga. Por aire, las avionetas no solo usan pistas clandestinas en el perfil costanero sino incluso saldrían desde Amazonía, específicamente desde Napo. Pero en la pandemia también se han registrado rutas internas para el transporte de los alcaloides: desde Colombia pasa por tierra hasta Ibarra o Pichincha, luego la droga salía en avionetas hasta Guayaquil o Manabí para evitar los controles y las restricciones vehiculares que hubo en la pandemia.

¿Cómo esto se conecta con la muerte de Zambrano? “Por las rutas”, responde la fuente. Los Choneros, originales de Chone (Manabí), se desplazaron por la Costa a raíz del terremoto de 2016 como PlanV lo publicó en un reportaje anterior. Captaron a organizaciones pequeñas que operaban en distintos territorios, incluso hasta en Cotopaxi, Esmeraldas, Azuay y Loja, menciona la fuente. Alias Rasquiña hizo crecer a Los Choneros y en cada territorio nombró a un comandante y ese fue el nacimiento de Los Tiguerones, Lobos, Chone Killers, etc. “Generó gerencias, que a su vez crearon sucursales y estas a su vez tenían sus puntos de control. Por debajo de ellos solo existe un manejo de red, no es parte de la organización, pero responde a los intereses de la misma”.

En esa expansión de poder, alias Rasquiña se hizo con los puertos más grandes como los de Guayaquil, Manabí y Santa Elena. Los puertos de esta última provincia los controlaban Los Cubanos, cuyo líder William Poveda -alias El Cubano- fue decapitado el 11 de junio de 2019 en la Penitenciaría del Litoral, en plena expansión de Los Choneros. Poveda además tenía el control de los puertos de El Oro. A Rasquiña solo le quedaba por controlar Guayaquil, pero antes fue asesinado.

El día del crimen

El sicario huyó en una moto con otro ocupante que lo esperaba fuera del Centro Comercial Mall del Pacífico, en Manta. Esa fue la primera información que la Policía recogió después de que Zambrano fuera acribillado dentro del local El Español, el 28 de diciembre de 2020. El líder de Los Choneros, quien salió de la cárcel con una polémica prelibertad, estaba sentado en una mesa junto a su sobrino, su conductor y un guardaespaldas. Hacia las 18:00, llegó el sicario, a quien le tomó pocos segundos cometer el crimen, según un video de las cámaras de seguridad.

Zambrano estaba en el centro comercial para realizar compras navideñas junto a su esposa, según las versiones que recoge el expediente judicial. Pero Samara Rivera había salido junto con otro sobrino de Zambrano al supermercado del lugar. Todos habían arribado en tres vehículos. El de Zambrano era una Ford F150 plateada con blindaje. Ese mismo día, la Policía incautó un radiotransmisor al guardaespaldas de alias Rasquiña y dos celulares a quien se identificó como el chofer de Zambrano. En total, la Policía decomisó ochos celulares, incluido el del líder de Los Choneros.

Ese día también la Policía detuvo a un sospechoso, Nelson R.P. Él se mostró nervioso, según los agentes.  No tenía papeles de identificación ni del vehículo. La placa posterior fue hallada dentro del auto. En un registro del auto, los uniformados encontraron un cinto con una funda para pistola de arma de fuego y tickets de ingreso al Mall del Pacífico, que tenía como hora las 17:17 del día del crimen. El detenido dijo que había ido al centro comercial para comprar mascarillas, pero la Policía no las encontró en el vehículo.

En uno de los celulares, que le fueron incautados, había “varias conversaciones previas relacionadas al hecho violento en el que pierde la vida Jorge Luis Zambrano González, así como audios de voz e imágenes relacionados al hecho”, según el reporte de los agentes y que consta en el expediente judicial. También llevaba un radiotransmisor.

Un sicario disparó con alias Rasquiña en un Centro Comercial Mall del Pacífico, en Manta, mientras su familia estaba de compras.

En la versión tomada, dijo la Fiscalía, el procesado no pudo justificar su presencia en Manta y presentó contradicciones en su relato. Nelson R.P. estuvo detenido en la cárcel 4 de Quito hasta que fue sobreseído por el juez John Edison Navarrete Zambrano, el 13 de abril de 2021.

Un mes antes, el fiscal del caso Paco Delgado había anunciado su dictamen abstentivo a favor de otros dos implicados, José S.B y Lisa F.P., que fueron vinculados en febrero de ese año. Es decir, el caso volvió al inicio, a cero.

Una primera hipótesis descartada

Las primeras investigaciones apuntaron a una posible represalia. El 28 de diciembre también hubo otro asesinato, el de José Gabriel Cedeño Bravo, quien tenía antecedentes por tráfico de estupefacientes. Fue acribillado con seis tiros en el sector conocido como Siete Puñaladas, en Manta. Cedeño Bravo, de 35 años, fue chofer y mano derecha de Jhonny Lutgardo Mera Mera, alias Chumado, considerado por la Policía como uno de los rivales de Rasquiña. 

Mera Mera, de 35 años, fue detenido en Cali, Colombia, el 29 de diciembre de 2020, un día después del crimen contra Rasquiña. Lideraba la lista de los más buscados de Ecuador por los delitos de asesinato y homicidio.  “Conducía un lujoso carro a alta velocidad, mientras que al menos cinco patrullas trataban de seguirle el paso con sirenas a todo volumen y armas desenfundadas”, relató el medio colombiano Semana sobre su detención.

#CeroImpunidad | Ayúdanos a capturarlos. Estos son los más buscados a escala nacional por diferentes delitos. Si conoces su paradero comunícate al 1800 DELITO. Habrá recompensa por información que ayude a ubicarlos. pic.twitter.com/hWGFWzEJPT

— Ministerio de Gobierno Ecuador (@MinGobiernoEc) August 17, 2020

Mera Mera escapó de la cárcel El Rodeo, de Portoviejo, cuando el terremoto del 16 de abril de 2016 afectó a ese centro penitenciario. Cumplía una condena de 20 años por asesinato. Desde 2019 tenía una alerta roja y era buscado por la Interpol.

Cuatro horas después del asesinato de Cedeño Bravo, ‘Rasquiña’ fue acribillado. Eso hizo sospechar a la Policía de una posible venganza. Pero esta posibilidad fue descartada.

El papel de los carteles mexicanos

A un año de este hecho, aún no se han identificado a los autores materiales ni intelectuales del asesinato contra alias Rasquiña, aunque la Policía tiene su hipótesis. La fuente que habló con PlanV asegura que detrás del crimen contra el exlíder de Los Choneros estaría supuestamente su banda rival, Los Lagartos.

Durante su expansión, a Los Choneros solo le faltaba dominar las rutas de Guayaquil. Estas estaban en disputa con Los Lagartos. Ellos controlan tres de los puntos de salida más importantes desde el Puerto Principal. “En esa lucha de poder, Los Lagartos se ven mermados y superados porque no podían abastecer al cartel mexicano y empiezan a quejarse”.

Los Lagartos, dice la fuente, habrían solicitado apoyo al cartel de Jalisco Nueva Generación, pues buscaban retomar las principales rutas que ya controlaban Los Choneros en Guayaquil. 

Para eso, según la fuente, se contrataron sicarios que llegaron desde Colombia por vía terrestre. Quienes estuvieron detrás de la logística consiguieron autos, boletos, hospedaje y armas para el crimen.

De acuerdo a la fuente de Inteligencia, hubo una persona encargada de confirmar la muerte de alias Rasquiña y de coordinar el traslado de los sicarios nuevamente hacia Colombia.

Pero el asesinato de Rasquiña, a quien le tomó un buen tiempo agrupar organizaciones desde el norte hasta el sur del país, provocó como daño colateral la fragmentación de la organización de Los Choneros y una guerra interna por el dominio de las rutas. Algunas incluso han regresado a sus orígenes, explica, como el microtráfico, sicariato y robo de autos, de personas, de bienes. Pero ese regreso “es más violento porque ellos ya vivieron una etapa de crimen organizado súper fuerte”, añade.

La violencia del 2021 en las calles y en las cárceles es un desfogue, dice la fuente de Inteligencia. Alias Rasquiña mantenía el equilibrio entre las organizaciones. En 2015, recuerda, hubo otra persona que también cumplió el mismo papel: María Otita Farfán Álava, de quien se presume sería familiar lejana de Édison Prado Álava, alias Gerald, mejor conocido como el Pablo Escobar ecuatoriano. Ella era un punto de control de esas agrupaciones, según la fuente. Pero fue asesinada con 20 impactos de bala en agosto de 2016 en Manta.

Los Choneros empezaron en el mundo del narcotráfico, afirma la fuente, con alias Gerald. Él es el único connacional que paga una pena en EEUU por narcotráfico, tenía conexiones con carteles colombianos y de ahí llegaron sus vínculos al cartel de Sinaloa.  “Los Choneros se anexan a él por el tema delictivo. Los Choneros se dedicaban al robo de carros y motos, y a la extorsión porque tenían todas las rutas desde Guayaquil hasta Manabí. Entraron en contacto con alias Gerald y ahí llega el influjo económico”.

Desde ese momento empezaron en el narcotráfico hasta que se independizaron, manifiesta la fuente.  Los Choneros, agrega, empezaron a tener conexiones directas con organizaciones colombianas. Por ejemplo, Los Águilas y Los Tiguerones -facciones de Los Choneros y que controlan Esmeraldas- se encargaban del transporte desde la frontera hasta la zona de producción. Pero la muerte de alias Rasquiña dejó inestable a toda la organización.

Jorge Luis Zambrano fue el segundo líder de Los Choneros. Asumió el mando después de que Jorge Véliz España, alias Teniente España, fuera asesinado en 2007. La fuente asegura que quienes lo conocieron lo recuerdan como un líder carismático que hablaba de una repartición igualitaria de las ganancias. Su estilo populista y de ayudar a los más necesitados le valió el afecto de comunidades en su natal Manta. Su historia quiso ser retratada en una serie. Pero la productora que anunció ese proyecto no tuvo la autorización de la familia. El diario manabita La Marea publicó que la familia se opuso a la producción “para evitar manchar el nombre de Rasquiña”.